El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado al senador de Florida, Marco Rubio, como su candidato para ocupar el cargo de secretario de Estado, un movimiento que pone a un antiguo crítico y ahora aliado en uno de los puestos más influyentes de la política exterior estadounidense.
Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado y miembro del Comité de Relaciones Exteriores, ha sido una figura clave en la defensa de políticas firmes contra naciones como China, Cuba e Irán, alineándose con la postura de seguridad nacional impulsada por Trump.
La nominación de Rubio refleja la intención de Trump de contar con un diplomático experimentado que respalde una estrategia firme en el escenario internacional. “Marco será un defensor incansable de nuestra nación, un verdadero amigo para nuestros aliados y un guerrero que nunca retrocederá ante nuestros adversarios”, declaró Trump en un comunicado oficial.
Rubio, de 53 años, es hijo de inmigrantes cubanos y ha destacado a lo largo de su carrera política su origen humilde y sus principios conservadores.
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En un movimiento paralelo, Trump también ha seleccionado al congresista republicano Matt Gaetz como candidato a fiscal general, desestimando a otros aspirantes de mayor trayectoria en el ámbito legal. Gaetz, conocido por su lealtad a Trump y su postura conservadora, asume el desafío de liderar el Departamento de Justicia en un momento de polarización política y desconfianza en las instituciones.
Trump aseguró que Gaetz “acabará con el Gobierno Armado, protegerá nuestras fronteras, desmantelará las organizaciones criminales y restaurará la fe en el Departamento de Justicia”.
Rubio y Gaetz, ambos de Florida, representan una alineación estratégica para Trump de cara a fortalecer la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos. Rubio, quien fuera rival de Trump en las primarias de 2016, se convirtió en uno de sus defensores más leales tras su victoria presidencial.
Desde su rol en el Senado, Rubio ha promovido una postura dura ante amenazas extranjeras, especialmente con respecto a China y su influencia en redes sociales como TikTok.
Esta nominación de figuras alineadas con su visión envía un mensaje claro sobre la dirección de la política de Trump en su próximo mandato, con énfasis en la seguridad nacional y en la implementación de políticas de defensa ante adversarios globales.
La confirmación de ambos líderes requerirá la aprobación del Senado, en un proceso que probablemente atraerá atención mediática y política debido a sus posiciones influyentes y sus conexiones con Trump.
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