El Congreso de los Diputados ha dado luz verde, con 178 votos a favor y 172 en contra, a la controvertida ley de amnistía dirigida a los implicados en el 'procés' catalán.
Esta decisión, que contó con el apoyo del PSOE y sus aliados parlamentarios, envía la legislación al Senado para su próxima revisión.
La iniciativa, que busca exonerar de responsabilidades penales, administrativas y contables a los encausados por su participación en el 'procés', ha sido criticada por el PP, Vox, UPN y Coalición Canaria.
La aprobación representa un paso significativo en la promesa de los socialistas a sus socios catalanes, a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
Este movimiento se produce después de intensas negociaciones con Junts, que culminaron con la inclusión de medidas para proteger la norma frente a posibles causas de terrorismo.
Patxi López, portavoz del PSOE, defendió la ley argumentando que marca el fin de un ciclo de decisiones políticas enfocadas en el "reencuentro" dentro de Cataluña.
Sin embargo, la oposición, liderada por Alberto Núñez Feijóo del Partido Popular y Santiago Abascal de Vox, ha criticado fuertemente la ley, alegando que carece de legitimidad tanto judicial como popular.
La amnistía ha generado divisiones, incluso entre los aliados del gobierno. Junts y ERC han señalado que, a pesar de la ley, el conflicto político con Cataluña persiste y han reiterado su compromiso con la autodeterminación.
En contraste, partidos como EH Bildu, el PNV, Podemos y el BNG han mostrado su apoyo, considerando la ley como un paso importante hacia la resolución del conflicto territorial y la normalización de las relaciones.
La aprobación de esta ley de amnistía es vista como un momento crucial en la política española, destacando la compleja relación entre el gobierno central y Cataluña, y marcando un intento por cerrar un capítulo turbulento en la historia reciente del país.
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