La Agencia de Salud de la Unión Africana, Africa CDC, ha declarado una "urgencia de salud pública" a nivel continental debido a la epidemia de mpox que está afectando a varios países en África. Esta declaración, anunciada por el director de la agencia, Jean Kaseya, es el nivel más alto de alerta sanitaria y busca movilizar recursos y acciones para combatir la propagación de esta enfermedad viral.
El mpox, anteriormente conocido como viruela del mono, es una enfermedad viral que se transmite de animales a humanos, pero también puede contagiarse entre personas a través de contacto físico cercano con un individuo infectado.
La situación se ha agravado debido a la aparición de una nueva cepa del virus, denominada "Clade Ib", detectada en la República Democrática del Congo (RDC) en septiembre de 2023. Esta variante es más mortal y transmisible que las cepas anteriores, y se caracteriza por causar erupciones cutáneas en todo el cuerpo, en contraste con las lesiones localizadas en la boca, el rostro o las partes genitales que eran típicas de cepas anteriores.
Alerta sanitaria continental
"El mpox ya ha cruzado fronteras, afectando a miles de personas en nuestro continente", señaló Kaseya en una conferencia de prensa el martes. "Declaramos al mpox como una urgencia de salud pública continental", agregó, subrayando la gravedad de la situación.
Esta declaración permitirá desbloquear fondos necesarios para mejorar el acceso a vacunas y coordinar una respuesta unificada en todo el continente. El anuncio de Africa CDC se produce justo antes de la reunión del comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se evaluará si la situación requiere una alerta de salud pública de importancia internacional.
Desde enero de 2022, se han registrado 38 mil 465 casos de mpox en 16 países africanos, con un total de mil 456 muertes. En 2024, los casos han aumentado en un 160 por ciento en comparación con el año anterior, lo que refleja la rápida propagación de la nueva cepa Clade Ib.
Antecedentes del mpox
El mpox fue identificado por primera vez en humanos en 1970 en la actual RDC, entonces conocida como Zaire. La epidemia actual es atribuida a una mutación del subtipo clade I, que ha sido endémico en algunas regiones de África, propagándose regularmente a través del contacto con animales.
Sin embargo, la propagación a nivel global se hizo evidente en 2022, cuando una epidemia causada por el subtipo clade 2 afectó a más de 90 mil personas en un centenar de países, resultando en unas 140 muertes.
La declaración de emergencia por parte de Africa CDC es un llamado a la acción urgente para contener la propagación de esta enfermedad y evitar una crisis de salud pública mayor en el continente africano.
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