
Este martes 18 de marzo, en una llamada telefónica que ha sido ampliamente difundida por la Casa Blanca, los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, sostuvieron una conversación centrada en la urgente necesidad de establecer un alto al fuego en el conflicto de Ucrania.
Durante este diálogo, ambos líderes coincidieron en que la guerra, que ha generado enormes sufrimientos y destrucción en la región, debe concluir con una paz duradera, que permita a ambas naciones redirigir sus esfuerzos hacia el bienestar de sus pueblos.
En el comunicado oficial, se resaltó que tanto Trump como Putin reconocieron la futilidad de prolongar un conflicto que, según sus declaraciones, nunca debió haberse iniciado y que ha costado grandes recursos a Ucrania y a Rusia.
Los dos mandatarios manifestaron que el camino hacia la paz comenzará con un alto al fuego integral, que incluya medidas específicas para el sector energético y la infraestructura, además de negociaciones técnicas para establecer un alto al fuego marítimo en el Mar Negro.
Estas medidas buscan garantizar un cese total de las hostilidades y sentar las bases para negociaciones que promuevan una paz permanente en la región.
Asimismo, ambos líderes discutieron el potencial de la región de Oriente Medio como un escenario de cooperación futura, donde se podrían desarrollar acuerdos para detener la proliferación de armas estratégicas.
En este contexto, Trump y Putin enfatizaron la importancia de evitar que Irán adquiera el poder de destruir a Israel, subrayando la necesidad de una mayor colaboración internacional para garantizar la seguridad regional.
La conversación también sirvió para recalcar que una mejor relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia podría traducirse en significativos beneficios económicos y en una mayor estabilidad geopolítica.
Los líderes afirmaron que, una vez alcanzada la paz, se abrirán oportunidades para acuerdos comerciales y alianzas estratégicas que beneficiarán a ambas naciones.
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