
El derretimiento de los glaciares en la Antártida no es un problema aislado, sino un fenómeno con repercusiones globales, incluyendo a la Península de Yucatán. De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el calentamiento en esta región polar podría provocar escenarios de inundación e intrusión salina en las costas de Campeche, Tabasco y Quintana Roo.

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Patricia Valdespino Castillo, profesora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la UNAM, señaló que la Antártida peninsular y marítima registran las tasas de calentamiento más altas del planeta, con un récord de temperatura de 18.3 grados Celsius en 2020. "Lo que sucede en la Antártida nos afecta en México, y en particular a la Península de Yucatán", advirtió.
Durante su participación en la mesa redonda "Ártico y Antártida: experiencias en los glaciares", realizada en la Facultad de Ciencias de la UNAM con motivo del Día Mundial del Agua 2025, la investigadora destacó la urgencia de que México suscriba el Tratado Antártico. "Nuestro país es el único de Latinoamérica en la OCDE que no forma parte de este acuerdo internacional, mientras que 11 naciones de la región ya lo han hecho", precisó.

El Tratado Antártico, firmado en 1959 y vigente desde 1961, establece a la Antártida como una reserva natural para la paz y la ciencia. Actualmente, cuenta con la adhesión de 58 países y un protocolo medioambiental con un tribunal permanente de arbitraje.
Por su parte, Ana Cecilia Espinosa García, técnica académica del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad de la UNAM, compartió su experiencia en la recolección de muestras de agua provenientes del deshielo de los glaciares antárticos. Estas muestras contienen microorganismos como bacterias, cianobacterias, algas, hongos y virus, que forman parte de los llamados tapetes microbianos, comunidades biológicas con una organización metabólica que permite entender los efectos del cambio climático.

Entre los avances de la biociencia antártica, destacó el uso de pigmentos de bacterias y algas en la fabricación de celdas fotovoltaicas, la aplicación de bacterias para remediar suelos contaminados con hidrocarburos y el estudio del estrés térmico e hídrico en microbios y plantas para desarrollar cultivos más resistentes.
Las investigadoras coincidieron en que la ciencia antártica representa una oportunidad sin precedentes para comprender, prevenir y mitigar los efectos del cambio climático. Insistieron en la necesidad de que México se sume a los esfuerzos internacionales en la región, pues las consecuencias de la crisis climática ya están afectando a diversas zonas del país, especialmente a la Península de Yucatán.
JGH