El fútbol es un deporte que por muchos años fue considerado exclusivo para los hombres, sobre todo en México, donde es un símbolo de hombría y de coraje; por lo que la aparición de La Gardenias en la cancha ha sido todo un fenómeno.
Originarias del barrio bravo de Tepitoeste equipo de futbol de mujeres trans son un verdadero espectáculo en el campo en cada juego en el estadio al que llaman Macaraná, en referencia al legendario edificio original que se encuentra en Río de Janeiro, Brasil.
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Después de más de 50 años de historia, el equipo tiene el respeto y la admiración de sus vecinos. Cada año juegan en las fiestas de San Francisco de Asís, en el deportivo ubicado en el corazón de Tepito, un lugar al que no todo el mundo puede acceder por seguridad.
“En otros barrios puede que haya equipos de mujeres trans. Pero en Tepito, sabiendo que hay machos y que es un barrio bravo, que haya un equipo y que nos respeten es algo muy sorprendente”, declara una de las jugadoras.
Cuando ambos equipos entran en la cancha y comienza a rodar el balón comienza se borran las diferencias y pese a la violencia que se puede vivir en el barrio, solo se vive la pasión por el futbol y la admiración por el talento de estas mujeres.
Visibilidad a la comunidad LGBT
Desde pequeñas, La Gardenias, juegan al futbol como una manera de entretenerse, pero al conformar el equipo comenzaron a profesionalizarse y tomarse las cosas más en serio.
Además, dentro de sus objetivos es fomentar la participación en el deporte de más personas de la comunidad y con ello darle visibilidad al colectivo LGBT+.
“Queremos jugar más para fomentar el deporte hacia la comunidad LGBT porque también nosotros existimos en el trabajo, en los estudios, en la cultura o en el deporte”, explicó Jessica, una de las jugadores, a la vez que contó que, debido a la pandemia de coronavirus, se redujeron sus salidas al campo.
Para las futbolistas, el equipo como un refugio desde el que vivir libremente y reivindicar su espacio en la sociedad. Desde ahí, las llaman de muchos lugares para participar en fiestas, inauguraciones de canchas o eventos deportivos, y están logrando que las cosas cambien.
Colores en el Barrio Bravo
Para las Gardenias era cuestión de tiempo que en el barrio de Tepito, reconocido por su violencia, se aceptara a las personas de la comunidad lésbico, gay, bisexual y trans (LGBT), pues también forman parte del lugar y si algo caracteriza al barrio es la unidad entre los vecinos.
“Aunque digan que es un barrio agresivo, que somos muy cabrones, a nosotras el barrio nos apapacha. Por ser Las Gardenias de Tepito, pero sobre todo por ser nacidas y crecidas aquí”, compartió Jessica.
Un cariño que se nota cuando caminan hacia el centro de la cancha y saludan a personas de todas las edades que corren hacia ellas para pedirles fotografías y las Gardenias, por unos momentos son las reinas del barrio.
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AA