Las posadas navideñas, una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana y dan inicio desde el 16 hasta el 24 de diciembre, miles de familias se reúnen para celebrar esta fiesta que rememora el peregrinaje de María y José buscando posada en Belén. Sin embargo, más allá de las piñatas y los villancicos, las posadas tienen aspectos curiosos y fascinantes que tal vez no conocías.
Las posadas son una parte fundamental de las fiestas decembrinas en México, cargadas de historia, simbolismo y, por supuesto, mucha diversión. Cada año, miles de familias se preparan para vivir estas tradiciones que han perdurado a través de los siglos. Ya sea que se canten villancicos, se rompan piñatas o se disfrute del ponche, lo importante es el mensaje de unidad, fe y alegría que estas celebraciones nos traen.
Aquí te compartimos siete de ellos.
1. El Origen Religioso de las Posadas
Las posadas tienen su raíz en una tradición religiosa que comenzó en México durante la época colonial. En 1587, el fraile franciscano Diego de Soria organizó las primeras celebraciones de posadas para enseñar a los indígenas sobre la navidad y la llegada de Jesús. Estas reuniones recreaban el peregrinaje de María y José desde Nazaret a Belén, buscando refugio. De ahí nace la costumbre de recorrer varias casas, pidiendo "posada" hasta encontrar una, tal como lo hicieron los Santos.
2. La Piñata: Símbolo de la Lucha entre el Bien y el Mal
Uno de los elementos más icónicos de las posadas es la piñata de siete picos, cada uno representando uno de los pecados capitales. Al romperla, se simboliza la victoria del bien sobre el mal, y la explosión de dulces es vista como la recompensa por la lucha contra las tentaciones. La piñata de siete picos ha sido parte de la tradición desde el siglo XIX, y aunque la forma puede variar, sigue siendo un elemento clave en las celebraciones.
3. Los Cantos de la Posada
En cada posada, los participantes cantan "Los Peregrinos", una canción tradicional que narra la historia de María y José pidiendo posada. Durante la representación, un grupo se coloca dentro de una casa (simulando a la Virgen y San José), mientras que el resto de los participantes canta fuera pidiendo posada. El dueño de la casa responde con una canción que rechaza la solicitud, hasta que finalmente se da paso a la entrada, y la fiesta comienza con una gran bienvenida.
4. La Diversidad de Piñatas
Si bien la piñata tradicional de siete picos es la más conocida, en las posadas también se utilizan piñatas con formas divertidas y originales. En algunas regiones, es común ver piñatas que representan estrellas, animales o personajes de la cultura popular. En cada región de México, la piñata puede tener un diseño distinto, dependiendo de las tradiciones locales y las influencias culturales.
5. Las Posadas Variadas en Todo el País
Aunque las posadas tienen un formato similar en todo México, la manera en que se celebran varía de una región a otra. Por ejemplo, en algunas comunidades rurales de Oaxaca y Puebla, las posadas pueden durar hasta una semana, con eventos especiales cada noche. En el norte del país, las posadas tienden a ser más íntimas y familiares, mientras que en las grandes ciudades se organizan posadas masivas con música en vivo y bailes.
6. Los Dulces Tradicionales
Durante las posadas, los participantes disfrutan de una variedad de dulces tradicionales, como las tamarindadas, las tejas de cajeta, los buñuelos y las nevaditas. Además de los dulces, las bebidas típicas como el ponche navideño (una mezcla caliente de frutas de temporada como guayaba, caña, manzana y tamarindo) y el rompope son comunes durante estas festividades, llenando de sabor y calidez las celebraciones.
7. Las Posadas en la Era Moderna
Aunque las posadas tienen siglos de tradición, en tiempos recientes se han adaptado a nuevas generaciones y tendencias. Ahora, algunas posadas incluyen actividades modernas como concursos de villancicos, presentaciones de grupos musicales y hasta eventos en redes sociales, donde las personas pueden unirse virtualmente a las festividades. Sin embargo, el espíritu de la celebración sigue siendo el mismo: la unión familiar, la generosidad y la esperanza.
¡Felices posadas!