El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que el actual paro nacional de transportistas tiene motivaciones electorales y de índole política, con el objetivo de crear desestabilización en su administración, por lo que lo calificó de “politiquero”.
Durante su conferencia mañanera de este jueves realizada en Acapulco, Guerrero, el mandatario expresó su firme rechazo a cualquier forma de chantaje derivada de este movimiento, subrayando que ya se han ofrecido múltiples oportunidades de diálogo en la Secretaría de Gobernación.
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López Obrador enfatizó que su gobierno está abierto al diálogo cuando las demandas son justas y razonables, reiterando su compromiso de no ceder ante presiones que busquen sacar ventaja de la coyuntura electoral para perjudicar a su gobierno.
Criticó a ciertos líderes del movimiento por su afiliación a partidos de tendencia conservadora, acusándolos de intentar aprovechar la situación para fines políticos, en lugar de buscar soluciones genuinas a las problemáticas del sector.
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El presidente hizo un llamado directo a los transportistas, asegurándoles que su administración está del lado de los trabajadores y comprometida con su protección y bienestar.
A su vez, advirtió sobre la presencia de líderes sindicales corruptos y oportunistas dentro de sus filas, quienes históricamente se beneficiaron de relaciones con gobiernos anteriores a costa de la corrupción, pero que ahora, en un cambio de estrategia, buscan provocar conflictos durante la temporada electoral.
Con esta declaración, López Obrador reafirma su posición de no tolerar intentos de desestabilización política bajo la fachada de demandas laborales, subrayando la importancia de distinguir entre reclamos legítimos y maniobras políticas.
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