El pasado 23 de agosto, la comunidad indígena purépecha de San Ángel Zurumucapio, en el estado de Michoacán, vivió un momento de tensión y resolución tras una asamblea convocada por sus habitantes. Cansados de la constante amenaza del crimen organizado, los pobladores decidieron levantar armas para enfrentar al narcotráfico que ha infiltrado la región. La decisión se tomó en respuesta a una creciente ola de violencia que ha dejado a varios habitantes víctimas de extorsiones, amenazas, secuestros y asesinatos.
En un comunicado divulgado por los propios residentes y asentados en el municipio de Ziracuaretiro, los pobladores expresaron su profunda preocupación por la inseguridad que afecta su vida cotidiana. El comunicado detalla que la comunidad se siente obligada a tomar medidas drásticas debido al impacto devastador de las actividades delictivas en su entorno. La falta de protección adecuada por parte de las autoridades ha llevado a la decisión de actuar por cuenta propia.
Los aproximadamente 6,000 habitantes de San Ángel Zurumucapio han anunciado que establecerán barricadas en todas las entradas y salidas del pueblo para protegerse de posibles ataques y para controlar el acceso a la comunidad. Además, se ha decidido colocar personas armadas en puntos estratégicos para defender a la población y asegurar la tranquilidad en el área. Esta decisión refleja el nivel de desesperación y determinación de los residentes para salvaguardar su seguridad y bienestar.
Fuentes extraoficiales sugieren que el levantamiento armado podría estar relacionado con un intento de secuestro de una familia de jornaleros en una huerta de aguacate cercana. Este evento reciente podría haber sido el catalizador para la acción comunitaria, intensificando la preocupación por la creciente presencia de grupos delictivos en la zona. La comunidad ha visto repetidos intentos de secuestro y violencia, lo que ha agravado la situación.
Testigos locales informaron que el pasado viernes, un grupo de presuntos sicarios, quienes en ocasiones anteriores habían sido retenidos por los indígenas en la plaza principal del pueblo, intentaron nuevamente secuestrar a la familia mencionada. Esta situación refuerza la urgencia con la que la comunidad ha decidido tomar el control de su seguridad y afrontar el crimen organizado de manera directa.
La respuesta de San Ángel Zurumucapio resalta la creciente preocupación por la seguridad en comunidades afectadas por el narcotráfico. Mientras los habitantes buscan proteger sus hogares y familias, la situación también pone de manifiesto la necesidad de una mayor intervención y apoyo por parte de las autoridades para abordar eficazmente el problema del crimen organizado en la región. La comunidad continúa en alerta, esperando que sus medidas tengan el efecto deseado y que se restablezca la paz en su entorno.