Durante una conferencia de prensa, la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, abordó la controversia sobre las invitaciones enviadas a líderes mundiales para su toma de posesión, incluyendo al presidente ruso Vladimir Putin. En este sentido explicó que estas invitaciones forman parte de una práctica protocolaria estándar.
A la próxima presidenta del país se le cuestionó sobre la invitación a Putin, quien tiene una orden de aprehensión por la Corte Penal Internacional, así como al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En respuesta, Sheinbaum pidió al próximo titular de Rlaciones exteriores, Juan Ramón de la Fuente, que explicara el proceso.
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Claudia Sheinbaum invita a Vladimir Putin a su toma de protesta como presidenta de México
Juan Ramón de la Fuente aclaró
De la Fuente, quien acompañó a Sheinbaum en la conferencia, explicó: "Se trata de una práctica protocolaria que consiste en enviar una nota diplomática a todos los países con los que México tiene relación. Después, cada país decide quién asistirá, ya sea el jefe de Estado, jefe de Gobierno, secretario de Relaciones Exteriores, o un embajador."
Añadió que México informa al mundo sobre la ceremonia de cambio de mando que se llevará a cabo el 1 de octubre, y que están a la espera de las respuestas de los distintos países. "Hay una gran expectativa porque, cuando se anunció el triunfo electoral de la doctora Sheinbaum, muchos medios internacionales celebraron su victoria con entusiasmo."
Expectativas y protocolo
De la Fuente señaló que la recepción de las confirmaciones determinará los detalles de la asistencia, incluyendo los temas de seguridad, alojamiento y atenciones especiales para los mandatarios. "En cuanto tengamos las respuestas, las informaremos," aseguró.
Contexto y perspectiva internacional
La práctica de enviar invitaciones diplomáticas a todos los países con los que México mantiene relaciones es una norma protocolaria, sin excluir a ninguna nación específica. Esta medida busca asegurar una representación diplomática amplia y respetuosa en la ceremonia de toma de posesión.
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