El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que "no hay razón para la tristeza" tras rendir su último Informe de Gobierno el pasado domingo, en un evento donde se despidió de miles de simpatizantes antes de entregar la Presidencia a Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre.
Durante su conferencia matutina, el mandatario expresó: "Tenemos que sentirnos muy contentos, orgullosos, todos, millones de mexicanos que hemos participado en este proceso de transformación".
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López Obrador hizo un balance de su sexenio (2018-2024), destacando logros como un crecimiento promedio anual del 1% del PIB, la salida de 9.5 millones de personas de la pobreza y una reducción del 18% en los homicidios diarios.
El presidente calificó su último informe como un "acto muy fraterno" y recalcó la importancia de la continuidad en el gobierno, resaltando que la transformación seguirá bajo el liderazgo de Sheinbaum.
"Imagínense la tranquilidad que siento porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer excepcional, inteligente, honesta, de buenos sentimientos, entonces me puedo ir muy tranquilo", afirmó.
López Obrador, quien ha sido una figura central en la política mexicana durante casi tres décadas, reafirmó su intención de retirarse de la vida pública después de dejar la Presidencia. Su último gran evento masivo será la ceremonia del Grito de Independencia el 15 de septiembre, en su amado Zócalo de la Ciudad de México.
El mandatario también reiteró que su administración logró "sentar las bases para la transformación" al enfrentar el legado de "36 años de predominio de una política de pillaje, clasista, racista y discriminatoria". Con la misma convicción, aseguró que Sheinbaum será "un buen relevo" y que, en poco tiempo, se convertirá en "la mejor presidenta del mundo".
IO