Desde el emblemático recinto de la Basílica de Guadalupe, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó la presentación del programa “Sí al Desarme, Sí a la Paz”, acompañada por Clara Brugada, jefa de gobierno de la Ciudad de México, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, y líderes de diversas religiones, incluyendo autoridades de la Iglesia Católica.
La jefa del Ejecutivo federal subrayó que el desarme es un paso esencial para combatir la violencia en el país, destacando que el programa permite a las familias entregar armas en su poder sin temor a investigaciones, recibiendo un incentivo económico a cambio.
Estas armas serán destruidas, promoviendo un mensaje claro: en México, las armas no son un símbolo de poder, sino de violencia.
Asimismo, se busca erradicar el uso de juguetes bélicos, reemplazándolos por alternativas educativas que fomenten valores de paz en niños y niñas.
El programa forma parte de una estrategia nacional basada en cuatro ejes:
- Atención a las causas de la violencia: Garantizar educación y empleo digno, con iniciativas como la ampliación de universidades y programas como Jóvenes Construyendo el Futuro.
- Fortalecimiento de la Guardia Nacional y fuerzas policiales: Consolidar instituciones de seguridad con reconocimiento social.
- Inteligencia e investigación: Implementar acciones estratégicas en el marco del Estado de derecho.
- Coordinación interinstitucional: Colaboración entre gobiernos estatales, municipales, y el poder judicial.
En su discurso, Sheinbaum resaltó el carácter humanista del gobierno actual, citando al Papa Francisco: “La única forma lícita de mirar a alguien desde arriba es para darle la mano y levantarlo”.
Además, enfatizó que este programa no solo marcará un precedente en México, sino que será un ejemplo para el mundo en la construcción de justicia y paz.
El evento simbolizó un llamado a todos los sectores de la sociedad para sumarse a esta transformación histórica y trabajar juntos por un México más seguro y equitativo.
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