El Instituto Nacional Electoral (INE) se encuentra en alerta máxima debido a la inseguridad, la violencia y los conflictos sociales que amenazan la instalación de al menos 104 casillas a solo tres días de la elección más grande en la historia de México.
La situación se ha vuelto crítica tras el asesinato de Alfredo Cabrera, candidato a alcalde de Coyuca de Benítez en Guerrero por la coalición opositora, lo que ha disparado todas las alarmas.
Guadalupe Taddei, presidenta del INE, reconoció que, además de los actos violentos y los ataques registrados durante el proceso electoral, se suman conflictos sociales como las protestas magisteriales en Oaxaca.
Los profesores, que exigen mejoras salariales, han amenazado con impedir la instalación de mesas de votación en unos 447 centros educativos de la región.
El organismo electoral está negociando para instalar la mayor parte de los centros de votación "sin arriesgar la vida" de los trabajadores electorales.
"En este momento, estamos en alerta no solo en materia de seguridad, sino en toda la estructura en las entidades," declaró Taddei en una entrevista radiofónica.
La presidenta del INE condenó el asesinato del candidato en Guerrero, un hecho que marcó el cierre de las campañas electorales este miércoles. "Debemos reprobar cualquier acto de violencia en el proceso electoral.
No podemos permitir que esto suceda; debemos intentar evitarlo por todos los medios posibles," afirmó con rotundidad.
Un informe de la Comisión de Organización y Capacitación Electoral revela que, al corte del 29 de mayo, cuatro días antes de los comicios, se prevé que 104 casillas no puedan ser instaladas en sus ubicaciones designadas, por lo que se están considerando cambios de ubicación.
La falta de estos centros de votación afecta a más de 60 mil ciudadanos que podrían verse impedidos de ejercer su voto.
Las casillas en riesgo se concentran principalmente en Michoacán y Chiapas, estados que han registrado numerosos actos de violencia durante el proceso electoral.
El documento indica que Michoacán enfrenta el mayor problema, con 88 de las 104 casillas en riesgo, afectando a 54 mil votantes.
En municipios como Apatzingán y Buenavista, "grupos armados han amenazado a supervisoras electorales y capacitadores," según el informe.
En Chiapas, algunas mesas de votación no podrán instalarse debido a decisiones de autoridades comunitarias.
Taddei ha enfatizado que los funcionarios están negociando para que el 100 por ciento de las casillas sean instaladas.
Un obstáculo adicional es la amenaza de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un grupo disidente del magisterio, que pretende impedir la instalación de 447 casillas.
A pesar del aumento de la tensión, Taddei confía en alcanzar un acuerdo. "Hay que enfrentar esto y apoyar a toda la estructura en Oaxaca. Desde ayer estamos en contacto con nuestro delegado para brindar todas las facilidades y asegurar que la organización del proceso continúe. Estos son los imprevistos que debemos afrontar en estos últimos días," concluyó.
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IO
