México / Sucesos

Autoridades de Sinaloa suspenden clases en cuatro municipios debido a la reciente ola de violencia que se ha vivido durante los últimos días

Ante el aumento de la violencia en Sinaloa, las autoridades han decidido suspender las actividades escolares en los municipios de Culiacán, Cosalá, Elota y San Ignacio. La Secretaría de Seguridad Pública del estado anunció que la medida aplicará en todos los niveles educativos, como respuesta a los recientes enfrentamientos relacionados con el narcotráfico.

Violencia en aumento en Culiacán

En los últimos días, los actos violentos en Culiacán, capital de Sinaloa, han escalado de manera alarmante, con un saldo de al menos nueve personas muertas y 14 desaparecidas de manera forzada. La violencia está directamente vinculada a la confrontación entre grupos del crimen organizado que buscan controlar territorios clave para el narcotráfico.

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, admitió en una conferencia de prensa que la violencia continuaría, pero afirmó que las fuerzas de seguridad están realizando un operativo “eficiente” para salvaguardar a la población. A pesar de estos esfuerzos, los incidentes violentos no han cesado, generando temor entre los habitantes de la región.

Enfrentamientos en Quilá y otros municipios

La violencia no solo ha afectado a Culiacán, sino que también ha alcanzado otras zonas del estado. La Secretaría de Seguridad Pública confirmó un enfrentamiento reciente en la localidad de Quilá, al sur de Culiacán, que dejó al menos cuatro personas heridas. Estos eventos han agravado la situación de seguridad en la región y han contribuido a la decisión de suspender las clases en los cuatro municipios.

Anuncio de la Secretaría de Educación de Sinaloa / Especial

Contexto del narcotráfico en Sinaloa

Culiacán, cuna del Cártel de Sinaloa, ha sido escenario de múltiples episodios de violencia relacionados con la lucha entre cárteles por el control del tráfico de drogas. Esta disputa ha aumentado la inseguridad en la región y ha afectado gravemente a la población civil, que vive en un constante clima de miedo y desconfianza.

Las autoridades locales continúan monitoreando la situación y no han indicado cuándo se reanudarán las actividades escolares. La suspensión de clases busca proteger a los estudiantes y docentes, mientras las fuerzas de seguridad trabajan para controlar la situación en el estado.

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