Por Luis Enrique Tuz
CHETUMAL, 28 de junio.- Las empresas surtidoras de aves CRIO y Bachoco nuevamente por segunda semana consecutiva le aumentan dos pesos al kilo de pollo vivo, lo que propició un nuevo incremento al consumidor, pues ahora se vende 50 pesos el kilo al menudeo, aseguró Manuel Quijano Quijano.
Expresó que desconoce la razón por la cual las empresas le están subiendo al producto vivo, pues últimamente no ha tenido ningún incremento el combustible ni el alimento de las aves.
Quijano Quijano dijo que les informaron que hay desabasto del producto en el centro del país y como el pollo de la Península de Yucatán se encuentra libre de influenza aviar lo están llevando al interior de la República Mexicana, en donde lo están pagando a mejor precio.
Expresó que pese al incremento que ha sufrido el pollo al menudeo en los mercados locales no ha tenido una baja en sus ventas, ya que es un producto de primera necesidad.
Sin embargo, comentó que en algunos puestos en el mercado están vendiendo el producto a 45 y 48 pesos el kilo al menudeo, pero eso no es otra cosa que una competencia desleal, porque de una u otra manera buscan la forma de dar el precio más barato, pero eso es a simple vista, porque al final de cuentas hacen sus tracalerías para obtener más ganancias.
Aseguró que no hay desabasto de pollo en la ciudad, sino lo que sucede es que no cuentan con el crédito y lógicamente se quedan fuera de la jugada.
Quijano Quijano aseguró que “para obtener ganancias se tiene que incrementar el precio del ave al menudeo, porque al final de cuentas este es un negocio y todos debemos de ganar, sino que se vayan a su casa”.
Explicó que un pollo vivo tiene un peso de tres kilos y medio, entonces por ave viva que se compra el minorista paga entre 7 y 8 pesos, lo cual es mucho, pero no se puede hacer nada contra los distribuidores de pollos CRIO y Bachoco.
Expresó que el costo real al público debe de ser de 55 pesos el kilo al menudeo como mínimo, pero debe de estar realmente entre los 57 o 60 pesos para que pueda ser negocio para todos.
Finalmente se manifestó contra las ilícitas prácticas de remojar el pollo dos o tres horas para que agarre peso y así poder darlo más barato, pero al final de cuentas le entregan al cliente un producto tratado químicamente que daña la salud del consumidor.