Los 71 mil 412 estudiantes de media superior, 42 mil del nivel superior, inscritos en la Secretaría de Educación en Quintana Roo, necesitan volver a sus clases presenciales, ya que la retroalimentación no es inmediata y eso puede crear cierta frustración que puede obstaculizar su aprendizaje, señaló Ricardo Quintero, presidente de la Confederación de Estudiantes en Cancún.
Señaló que si bien, ya hay movilidad en lugares públicos, por qué sigue detenido el tema de educación, ya que, en el caso de las prácticas, no hay nadie que, de manera inmediata, asesore si se realiza o no de manera correcta.
Ricardo Quintero dijo que están conscientes que, en el caso de los estudiantes de nivel básico, es complicado porque todavía no dimensionan la responsabilidad de seguir con el protocolo de sanidad, es decir, el retorno a las aulas sólo aplica para adolescentes y jóvenes con un mayor control de la situación.
Se necesita considerar que los estudiantes de media superior y superior ya pueden asistir a clases presenciales de manera ordenada, dado que los espacios públicos están operando a 60 por ciento de su capacidad y lo mismo debería aplicarse en las escuelas.
Para los estudiantes es importante tener un contacto directo con el profesor porque se despejan las dudas en el momento y, el no poder hacerlo es el principal obstáculo al que se enfrentan, además de todas las actividades sociales que los jóvenes necesitan, como la interacción con otras personas de su misma edad.
Si bien por el momento la Confederación aún no realiza ningún pronunciamiento ante las autoridades educativas sobre el tema, si esto dura más tiempo, es algo que no se descarta realizar por las afectaciones a futuro que esto puede provocar, ya que el confinamiento se ha prolongado un año.
Anett González, especialista en pedagogía en Cancún, explicó que el encierro ha provocado un cambio de rutinas, tanto sociales como educativas y ahora todo se ha tenido que adaptar a esta Nueva Normalidad, por lo que es importante que las instituciones desarrollen instrumentos para evaluar la salud mental y emocional de sus estudiantes, profesores y personal administrativo, con el fin de identificar aquellos miembros de la comunidad educativa afectados por el periodo de confinamiento obligatorio y el estrés asociado a la crisis que trajo la pandemia.
Se requieren esfuerzos para que la comunidad mejorare la disposición de adaptación al cambio, de modo que haya más apertura de absorber con mayor profundidad y con mejor actitud, el trabajo y el estudio remoto. Para esto, se puede trabajar con toda la comunidad educativa enviando mensajes y consejos, entre otros, por medio de correos electrónicos y redes sociales.
MA