En marzo se cumple un año desde que bares, discotecas y otros centros nocturnos de Chetumal fueron obligados a cerrar por la pandemia del COVID-19, siendo alrededor de 30 establecimientos los que se encuentran en estas condiciones en la capital del estado, informó el presidente de la Unión de Propietarios de Restaurantes, Bares y Similares de Quintana Roo (Uprobars), Joaquín Noh Mayo.
El empresario indicó que, además de estos establecimientos, otros cinco ya colapsaron y se fueron a la quiebra tras casi 12 meses de inactividad, lo que significa que bajaron cortinas de manera permanente y ya no volverán a abrir.
De manera general, explicó Noh Mayo, se han perdido o pausado más de 200 fuentes de empleo que generaban estos 30 negocios, cuya plantilla laboral iba de cinco y hasta más de 10 empleados en promedio.
Alrededor de 10 establecimientos del giro de bar y/o discoteca en Chetumal han logrado reactivarse, luego de que la autoridad sanitaria les dio permiso para que trabajen temporalmente bajo el giro de restaurante-bar, es decir, dando servicio exclusivo de bebidas acompañadas con alimentos.
Sin embargo, aún existen unos 30 negocios que no han podido reanudar operaciones, ya sea por el tipo de instalaciones que tienen, por los horarios o porque no les resulta rentable trabajar con un límite de aforo, entre otros impedimentos.
Fue el 31 de marzo de 2020 cuando se declaró a nivel nacional la emergencia sanitaria por COVID-19, a partir de ese momento se instruyó el cierre de los establecimientos no esenciales, incluyendo a los del giro nocturno y de servicio de alimentos y/o bebidas, entre estos bares, discotecas y centros nocturnos.
A mediados de junio de ese mismo año, en Quintana Roo dio inicio la llamada 'nueva normalidad', con lo que se permitió la reactivación económica y paulatina de los negocios no esenciales, de acuerdo con lo indicado en el Semáforo Estatal de Riesgo Epidemiológico.
Sin embargo, los bares, centros nocturnos, discotecas, centros de espectáculos, cervecerías, billares, entre otros negocios afines, tienen autorizada su reapertura hasta que el Semáforo COVID-19 se encuentre en color verde, por lo que cumplirán un año de su cierre.
El presidente de la Uprobars no descartó que pudieran darse más cierres definitivos, ya que los apoyos gubernamentales han sido muy escasos, incluso nulos para muchos agremiados, quienes siguen teniendo que correr con sus gastos personales y los relativos a sus establecimientos.
MR