La devastación ambiental en la isla de Holbox es imparable ante la omisión de las autoridades para frenar las violaciones a la ley, señaló Aracely Domínguez, presidenta del Grupo Ambientalista del Mayab (Gema).
La activista ambiental dijo que recogió la denuncia que le hicieron llegar habitantes de la ínsula sobre la construcción de un camino hacia Punta Mosquitos en la que están destruyendo el manglar.
“La denuncia ya fue interpuesta ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y estoy en espera de su respuesta”, informó.
Precisó que la comunidad de Holbox, enclavada en la Reserva de la Biosfera de Yum Balam, se encuentra sorprendida por la apertura de una calle hacia el río Kuka, y que han llamado “el kilómetro de la impunidad”.
“Esperamos que las autoridades no tarden en hacer algo, pues en estos momentos la maquinaria está destrozando el manglar con toda impunidad, a la vista de todos y sin que ninguna autoridad haga algo”, señaló.
La defensora ambiental indicó que estas obras violan el Programa de Manejo de Yum Balam al estar dentro de la zona de preservación de manglares, donde se prohíbe la apertura de caminos, brechas y relleno de humedales.
“Con este camino un empresario local se pasó por el arco del triunfo toda la legislación ambiental mexicana al arrasar con manglares de las cuatro especies y el hábitat de más de 30 especies protegidas por la NOM 059 de la Semarnat”, subrayó.
Aracely Domínguez enlistó que además de la anterior norma, también se viola el Artículo 60 tercero de la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe “la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia”.
Asimismo, infringe el convenio internacional Ramsar que protege los humedales de importancia internacional; los artículos 418, 419, 420 y 420 bis del Código Penal Federal.
Este último ordenamiento impone de dos a 10 años de prisión y por equivalente de 300 a 3 mil días multa, a quien ilícitamente: dañe, deseque o rellene humedales, manglares, lagunas esteros o pantanos.
También se violentó el Convenio de Diversidad Biológica, el Acuerdo de Escazú, sobre acceso a la justicia ambiental, así como el Artículo Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley”, señala el ordenamiento.
La Constitución puntualiza y ordena que sea obligación de las autoridades de todos los niveles de gobierno velar por la protección de este derecho humano, como el de un medio ambiente sano.
Los pobladores de Holbox se dijeron indignados ante la falta de presencia de las autoridades, que son omisas al ecocidio de “empresarios de bienes raíces” en decenas de hectáreas y si detienen a labriegos que chapean unos metros de terreno
El camino que están abriendo se encuentra en una subzona de preservación de manglares dentro del Programa de Manejo de la Reserva de Yum Balam, instrumento legal que indica las actividades que pueden realizarse en el Área.
Pese a frágil situación de la isla, desarrolladores insisten en seguir edificando y actualmente fue sometido a consulta pública el proyecto para la construcción del hotel Sol-Maya Holbox de 16 habitaciones y con una inversión de 30 millones de pesos.
Al respecto, Aracely Domínguez afirmó que la isla Holbox está totalmente rebasada en todos los sentidos y no es posible construir más o abrir más infraestructura turística sin poner en riesgo el frágil ecosistema.
CG