Al suspenderse el programa emergente de retiro masivo de basura de la Estación de Transferencia, la acumulación se mantiene imparable desde Semana Santa, constató personal de Por Esto!
Aunque el incendio registrado en mayo quemó buena parte de la basura orgánica del área, el acumulamiento incrementó rápidamente su volumen de nuevo, al punto de que ya rebasó la cantidad que había a finales de marzo, cuando se implementó la limpieza de la zona.
Según una estimación del entonces director de Servicios Públicos, Pablo Moreno, la Estación de Transferencia es un predio de 6 mil metros cuadrados con una montaña de residuos de seis a ocho metros de altura; es decir, habría más de 10 mil toneladas.
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“Fue un engaño que montó el Gobierno municipal debido a la presión social y por la cercanía de la jornada electoral”, acusó la vecina Azucena Alcaraz, residente de la colonia Talleres, a escasos 200 metros del tiradero y una de las afectadas por los malos olores.
Recordó que la autoridad rechazó la ayuda de la administración Estatal y de empresarios locales en marzo pasado, quienes se ofrecieron para sacar la basura de manera conjunta, “lo cual demuestra la falta de verdadero interés por atender el reclamo”, dijo.
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Ariel Barandica, representante de una asociación civil que gestiona la resolución de éste y otros problemas, precisó que los habitantes de la Punta Sur ya presentaron quejas por escrito, pero “no hemos recibido contestación oficial sobre el argumento del por qué no se retiran a tiempo los desechos cuando las empresas pagan la recolección y traslado de la basura”, indicó.
Mala imagen, en pleno verano
La deficiencia en el servicio de limpieza, recolección y traslado de los desechos ha empeorado este verano, debido a la cantidad de visitantes que arriban y generan basura.
Personal de este medio observó por doquier residuos en las esquinas, debido principalmente a las fallas mecánicas de los vehículos recolectores.
Los trabajadores de limpieza urbana reconocieron que debido a estos problemas, no se cumple con el horario establecido en las rutas, y la gente no sabe a qué hora pasan los camiones recogedores, por lo que sacan sus desperdicios a cualquier hora.
RM