En la obras de mantenimiento del programa “La Escuela es Nuestra”, no se contrata a gente local sino a ingenieros civiles y arquitectos, quienes presuntamente “dan su moche a los directores de los planteles educativos”, indicó Maximiliano Hoil Tilám, representante de una agrupación de albañiles de esta ciudad.
Indicó que cuando inició el programa, el Presidente de México dijo muy claro que se iba procurar que las mejoras en las escuelas estuvieran a cargo de los padres de familia, quienes algunos son albañiles, plomeros, eléctricos y pintores.
Afirmó que “he visto que cuando los recursos son enviados por el Gobierno Federal a las escuelas para que se hagan obras de mejoramiento, los directores buscan sacarle una tajada, contratando a un ingeniero o arquitecto quienes les dan su ‘mochada’”.
Obras defectuosas
Maximiliano Hoil Tilám señaló que las obras de mantenimiento no se hacen bien, porque los arquitectos o ingenieros tienen que ganarle mucho a la obra, para poder sacar “el diezmo” para el director de la escuela.
Puso como ejemplo a la Escuela Preescolar “Manuel Acuña”, que recibió 200 mil pesos para la construcción de 131 metros de barda perimetral.
Según Maximiliano, la directora, de quien omitió su nombre, al principio dijo que la obra la harían los padres de familia, pero después contrató al arquitecto Jesús Huchin, supuestamente porque era el único que le podía dar factura.
El detalle, dijo, es que no se está construyendo barda de material, sino están colocando malla ciclónica, trabajo no realizado por albañiles ni por personas de la ciudad, por lo que “están haciendo la obra como pueden, por lo que es probable que se caiga y estarán buscando un culpable que, en este caso, será la directora de la escuela”.
Máximo Hoil Tilán refirió que, por desgracia, la corrupción está lejos de que se combata, pues se da en todos lados.
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JCL