La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) la autorización en materia de impacto ambiental específicamente con las actividades del proyecto denominado Tren Maya Tramo 5 Norte, así como del impacto ambiental derivado del cambio de uso de suelo en una superficie de 282.872 hectáreas en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad y Puerto Morelos.
En el documento de 478 páginas la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), dependiente de la Semarnat expone el proceso que se llevó para otorgar esta autorización con algunas condicionantes.
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De entrada, la autorización tendrá una vigencia de 2 años para llevar a cabo las etapas de preparación de sitio y construcción de las obras, y actividades del proyecto; y una vigencia de 50 años para su operación y mantenimiento, la cual estará condicionada a la construcción del proyecto.
La Semarnat dejó en claro que esta resolución no autoriza la construcción, operación y ampliación de ningún tipo de obras y actividades que no estén listadas en este documento que presentara Fonatur a mediados de julio.
Entre las condicionantes qué puso la Semarnat para autorizar este proyecto destacan la propuesta de garantía debidamente justificada para proteger a las 33 especies de fauna y 13 de flora que se identificaron en este tramo y que se encuentran en alguna categoría de riesgo en la NOM-059.
Para asegurar el cumplimiento de todas las medidas propuestas, Fonatur deberá presentar dentro de tres meses el plan de vigilancia ambiental con base en las especificaciones señaladas, y que tiene que incluir objetivos particulares, responsables de la ejecución del programa, metodología, indicadores de realización, indicador de eficacia, análisis, procesamiento de datos e interpretación de resultados y el calendario de comprobación, entre otras cosas.
También se le otorga un plazo de 3 meses para presentar el protocolo del programa de manejo integral de residuos junto con sus acciones destinadas al manejo de residuos a generarse durante las diferentes etapas del proyecto, tanto sólidos urbanos, como de manejo especial y peligrosos, entre los que se encontraría el material de escombro y construcción, aceites, pinturas y solventes.
Del mismo modo tienen 3 meses para presentar el programa de conservación de suelos y reforestación junto con sus acciones de aplicación y que también tendrá que contar con metodologías, técnicas y/o procedimientos a utilizar así como sitios de muestreo y su periodicidad.
Otro programa que deberán presentar en este lapso de tiempo es el de prevención, mitigación y manejo de contingencias ambientales junto con sus acciones de aplicación.
Asimismo, ante el riesgo de colapso de la obra por el tipo de suelo que hay en la región, tienen que presentar el programa de prevención y mitigación de riesgos y daños ecológicos potenciales ocasionados al paisaje kárstico (cenotes, cuevas y cavernas) con la finalidad de localizar posibles zonas de colapso que tengan influencia sobre el proyecto, dada la especial sensibilidad del sistema kárstico.
Y otro punto que resalta la Semarnat es el programa de establecimiento y monitoreo de pasos de fauna para el proyecto, el cual deberá tomar en cuenta las especificaciones técnicas en función de las necesidades y características biológicas y etológicas de las especies potenciales presentes en la región. Aquí, independientemente del monitoreo de pasos de fauna, también se tendrá que monitorear e identificar acciones de conservación de la especie jaguar, de tal manera que garanticen su presencia abundancia y permanencia en el medio.
Finalmente, la Semarnat a través de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), vigilará el cumplimiento de los términos y condicionantes establecidas en dicho resolutivo.
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JG