La familia de Heriberta Román Herrera acusó la falta de empatía y educación que los médicos tienen con los pacientes que llegan al Hospital General de Solidaridad, ya que los acusan de ser groseros y poco preparados al momento de dar un diagnóstico.
En los jardines del nosocomio permanecen los familiares de los pacientes que están internados, los cuales al no tener ni siquiera una hamaca para colgar en el árbol, no tienen otro remedio que colocar una caja de cartón y tirarse a dormir sobre el suelo, para reponer las horas de sueño pérdidas.
Los playenses sólo desean que su ser querido salga con bien del hospital, sin embargo, los hijos de Heriberta Román revelaron la falta de profesionalismo y capacitación del personal sanitario del Sesa, al señalar que ni siquiera saben conducirse con educación y explicar la situación de salud de los pacientes.
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Una de sus hijas dijo, “ayer los doctores de urgencias no quisieron aceptar a una señora que tenía dengue hemorrágico y luego llegó otro, que vomitaba pura sangre; le digo joven a qué hora nos van a dar informe y me responde ya le dije que se espere, nos tienen hasta las 4:00 de la mañana para decirnos algo tan sencillo”, dijo.
Mencionaron que su madre es una anciana de 89 años de edad y tiene un problema que se atraganta al tomar agua, pero le da miedo ahogarse comentaron que al arribar al Sesa con su mamá, los médicos les empezaron a dar diagnósticos diferentes, primero señalaron que Heriberta Román tenía COVID-19, luego que los síntomas eran de dengue y después que el cuadro era de tuberculosis.
“El problema es que ellos se adelantan y dan un diagnóstico sin tener ninguna prueba documentada”, dijo. Destacaron que los casos de los enfermos que están en el Sesa son delicados, porque vieron como una persona llegó con dengue de la Cruz Roja, lo inyectaron, pero después ya le estaba dando un infarto y posteriormente lo remitieron al Hospital General, que fue en donde lo estabilizaron, “pero esto es una idea para que se den cuenta de la problemática de acá”.
Los entrevistados señalaron que su progenitora al igual que otros pacientes están en una sala de urgencias que parece un “congelador”, donde han tenido el problema de toparse con dos médicos cubanos, que han sido groseros con ellos. “le quitaron los calcetines, los pies de mí mamá estaban como una paleta, ahorita tiene neumonía, porque no les dan ni una sabana. Mí mamá no se vale por sí sola, es como un bebé”, mencionó.
La familia Román Herrera describió que deberían de tener informado a algún responsable para que brinde información certera y precisa; han visto como la cajera permanece durmiendo y los jóvenes médicos reclamándoles que tienen que esperar, ya que sólo son tres que están valorando.
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AT