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Escrito por Luis Enrique Cauich
A pesar de cumplir más de siglo y medio de su fundación, Kantunilkín ha tenido un lento crecimiento y aun cuando cuenta con los servicios básicos su denominación de ciudad la adquirió por ser la cabecera municipal de Lázaro Cárdenas, sostuvo el cronista de la ciudad José Gaspar Moisés Maglah Canul, quien dijo que hace falta mucho por hacer para presumir que se está en el rango de ciudad.
Comentó que en ninguna administración se acabará con las carencias y necesidades de Kantunilkín, pero cada una debe aportar su granito de arena para que en un futuro, no distante, los rezagos en calles y alumbrado, entre otros servicios, puedan ser menores y los que son básicos como hospitales, Internet y bancos sean más eficientes.
Maglah Canul recordó que desde el 2006 se instituyó el 10 de octubre como fecha oficial para conmemorar la fundación de Kantunilkín, en la administración del entonces Presidente Municipal Secundino Cab Uicab, en un documento se cita: en el Tratado de Paz que nuestros abuelos firmaron con el Gobierno de Yucatán se declaraba un pueblo pacífico ajeno al conflicto social que para ese tiempo cimbraba la parte Oriental de la Península de Yucatán en el conflicto mal llamado Guerra de Castas.
En entrevista con Por Esto!, explicó que la cabecera municipal de Lázaro Cárdenas dista mucho de ser una verdadera ciudad, porque carece de un adecuado ordenamiento vial, de un plan de desarrollo urbano, sucursales bancarias, un hospital con especialidades, en fin, muchos servicios elementales con los que cuenta una ciudad, por lo que Kantunilkín simplemente es un “pueblo grande”.
Su denominación la obtiene porque es la cabecera de un municipio y cuenta con servicios básicos como un Hospital General, servicios de telefonía celular, Internet, agua, energía eléctrica, entre otros, que requieren una modernización para ser eficientes y no tener constantes fallas como actualmente sucede.
Aunque cumple 164 años de fundación, desde hace 17 años tiene identidad, siendo una fecha que enorgullece a los habitantes, ya que aun cuando por ahora sólo se tiene una sesión solemne y una entrega de medalla al mérito, más adelante se espera que sea una verdadera fiesta y se le dé ese valor que se merece por sus casi dos siglos de existencia.
Comentó que en estos 17 años el progreso y crecimiento ha sido lento, hace falta mucho por hacer, crear fuentes de empleo, dar certeza a las tierras para que se tenga mayor inversión, y se debe promover los potenciales sitios ecoturísticos, para que se mejore la condición de vida de las familias y la ciudad.
Hay rezagos en calles, alumbrado, que una sola administración no puede solucionar, porque no se cuenta con los recursos que quisieran, pero cada una de las administraciones que vendrán deben considerar poner énfasis en la atención a la comunidad, haciendo obras de calidad y duraderas para ir poco a poco, reduciendo esa brecha que existe y destacar a Kantunilkín, como lo que debe ser, una ciudad con historia y con progreso constante.
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GC
