La crisis económica que azota a las comunidades rurales de Lázaro Cárdenas ha sumido a las familias en una Navidad sin lujos ni regalos, según señala Herlindo Pool Ku, subdelegado de la comunidad de San Ángel. En su relato, destaca que más del 50% de las familias en su comunidad, dedicadas a la producción en el campo, no cuentan con los recursos para una cena navideña. Los niños carecen de la ilusión de recibir regalos, ya que apenas alcanza para lo básico.
La compra de elementos festivos, como luces de colores, un arbolito o juguetes, resulta prohibitiva para muchas familias, que priorizan el sustento diario ante la imposibilidad de costear estos "lujos" navideños. Herlindo Pool Ku, como autoridad local, busca cada año apoyos para proporcionar juguetes y alimentos a los niños de su comunidad, consciente de la difícil situación económica que enfrentan.
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El llamado a la empatía se extiende a regidores, directores y funcionarios públicos, instándoles a destinar recursos para regalos y cenas modestas en las comunidades antes de la Navidad. Se hace hincapié en la importancia de retribuir a las comunidades que confiaron en ellos, más allá de los periodos electorales.
Beatriz Tuz de la comunidad de La Esperanza comparte la realidad de la planificación cuidadosa de la cena navideña entre los miembros de su familia. La austeridad es clave, considerando opciones económicas para adornos, evitando gastos excesivos en arbolitos y optando por la creatividad en la elaboración de piñatas y decoraciones.
Gloria Pech, residente de la cabecera, refleja la pérdida de ánimos debido a la pande
mia, recordando a familiares ausentes y optando por una cena modesta en compañía de quienes aún están presentes. La reflexión sobre el significado del nacimiento de Jesús y la gratitud por la salud se convierten en el enfoque principal de esta Navidad.
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HS