Al comenzar este sábado la temporada de captura de langosta, existe incertidumbre entre los hombres de mar de la zona norte del municipio de Lázaro Cárdenas. Esto se debe a que el precio de la langosta comienza por debajo de los 500 pesos por kilo, además de que la pesca furtiva podría haber afectado la reproducción del crustáceo, el cual ahora se ha trasladado a aguas más profundas.
El coordinador de pesca, David Valerio, sostuvo que en la zona norte hay cuatro cooperativas con permisos de captura de langosta: una en el puerto de Chiquilá y tres en la isla de Holbox. Estas cooperativas tienen una expectativa de alcanzar las cuatro toneladas cada una durante este período, dependiendo de las posibles afectaciones debido a la temporada de huracanes.
Después de cuatro meses de veda de este crustáceo, la mañana de este sábado se abrió oficialmente la temporada de captura. Los hombres de mar han comenzado sus actividades en busca de mejorar sus ingresos, ya que este producto es muy demandado.
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Sin embargo, los pescadores han mencionado que no se ha llegado a un acuerdo en cuanto al precio. Los compradores pretenden adquirir el kilogramo por debajo de los 500 pesos, mientras que los hombres de mar tenían la esperanza de que comenzara con los 700 pesos con los que terminó la temporada pasada.
En la zona norte, hay cuatro cooperativas con permiso para la captura de langosta: una en el puerto de Chiquilá y tres en la isla de Holbox. Estas cooperativas comenzarán la captura a partir de este lunes, ya que durante el fin de semana la mayoría de los hombres de mar estará afinando los detalles de las embarcaciones y los artes de pesca para salir a alta mar.
Se inicia una temporada incierta para los pescadores de la zona norte, ya que en esta primera etapa se determinará el grado de afectación que ha dejado la pesca furtiva al llevarse productos aún en reproducción o de tamaño pequeño. Esto provoca además que la langosta busque aguas más profundas.
Además, mientras más profunda es el agua para bucear en busca de langosta, mayor es el riesgo para los pescadores de sufrir descompresión debido al tiempo que pasan bajo el mar. Capturan este crustáceo y recogen escamas por separado para obtener un mejor rendimiento en su día, pero con un riesgo demasiado grande.
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NR