Pese al anuncio de la autoridad federal que este año no habrá aumento en el costo de Maseca, el representante en Cancún de la Asociación de los Industriales de la Masa y la Tortilla en Benito Juárez, Pío Quinto Hernández, dijo en entrevista que previo al cierre de 2023 esa misma empresa incrementó hasta en 1,500 pesos el precio por tonelada de harina.
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Derivado de ello, consideró no se puede descartar un incremento de la tortilla en el transcurso del año, según lo dicten las condiciones económicas del país.
Recordó que el precio de este producto está liberado, es decir, está sujeto a la ley de la oferta y la demanda, por lo que cualquier incremento es decisión individual de cada uno de los 385 propietarios de tortillerías que existen en Cancún.
Sin embargo, que esta decisión no es a la ligera, sino basada en los costos de producción que enfrentan día con día estos pequeños empresarios, pues aunado a las fluctuaciones en la materia prima como la maseca o el maíz en grano, deben cubrir también el reciente incremento al salario mínimo autorizado por el Gobierno Federal.
También enfrentan fluctuaciones constantes en otros insumos como el del gas LP, el cual cerró 2023 en menos 9 pesos con 25 centavos y en el arranque de 2024 ya supera los 10.43 pesos por kilogramo.
A ello, dijo, se le debe sumar los costos de tramitación de licencias de funcionamiento, con periodicidad anual que alcanzan los más de 15,000 pesos por establecimiento, sin contabilizar el pago a contadores ni los peritajes independientes para obtener la anuencia que exige Protección CIvil municipal.
Quinto Hernández aseguró que esta situación ahoga cada vez más a esta industria, la cual, pese a comercializar el que quizá sea el alimento más básico en la dieta de los mexicanos, cada vez se reduce más en cuanto a número de establecimientos, agobiada por todo lo anterior, pero también por otra problemática aún más generalizada como lo es la inseguridad.
Según el empresario tortillero, se enfrentan a diario decenas de asaltos en sus establecimientos, los mismos que también afectan a la farmacia y a la tienda de la esquina, y de los que ningún nivel de autoridad, sea municipal, estatal o federal quieren hacerse cargo.
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