Beneficiarios de “Sembrando Vida” y empresarios sumaron energías semanas atrás para hacer el trabajo que les corresponde a las autoridades y, con esfuerzo propio, atender el abandono en el que Solferino fue dejado por Emir Bellos y el que continúa bajo la administración de Nivardo Mena, quien alega falta de recursos y afirma que hasta 2025 se podrá dar respuesta conforme al presupuesto, dejando a la localidad a su suerte.
El pésimo estado en el que se encuentra la infraestructura vial en la comunidad Solferino va más allá de la falta de pavimento; se ha sumado el desinterés de las autoridades anteriores y actuales para resolver este creciente problema. La ciudadanía ha tenido que hacer la labor que corresponde al Gobierno, afirmó Marcos Lugo.
Las calles de Solferino están en pésimo estado; los baches crecieron en las vialidades pavimentadas, que desde hace mucho no reciben mantenimiento. En las arterias de terracería se forman charcos y lodo, donde las familias ya no pueden circular y se cansan de esperar la respuesta de las autoridades, dijo el denunciante.
Consideró que urge invertir en infraestructura pública para acabar con la marginación que tiene la comunidad, ubicada a 15 kilómetros al norte de Lázaro Cárdenas, y la desigualdad que prevalece en el municipio. Lamentablemente, en cada cambio de administración lo común es echarle la culpa a la falta de presupuesto para justificar la nula de capacidad de atender el problema.
Los habitantes no tienen por qué hacer el trabajo que le compete a las autoridades, pero, hartos del abandono, buscan coordinarse y comenzar con iniciativas conjuntas en bienestar común, realizando con recursos propios, esfuerzo e inversión de tiempo la reparación de calles.
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El desinterés por dar una solución es lo que hace que los pueblos toquen fondo. Se consideran dos opciones: realizar la atención de sus calles por su cuenta o emprender medidas de presión para exigir cuidado. En Solferino, ya se usó la primera opción y consideran la segunda, para hacerse escuchar y ser atendidos por las autoridades, con acciones encaminadas a resolver de raíz las necesidades de la comunidad.
Marcos Lugo sostuvo que, si el Gobierno municipal ignora las solicitudes, la población debe pensar en cómo hacerse escuchar y exigir la atención de las autoridades para salir del olvido en el que se encuentra esta comunidad ecoturística, que queda al paso de cientos de conductores que se dirigen a Chiquilá.