En una verdadera muestra de fe y devoción, más de mil católicos se dieron cita la madrugada de este sábado para presenciar el descenso de la imagen de la virgen de la Inmaculada Concepción, que realizaron los miembros del Consejo Supremo Maya, actividad con la que arranca de forma oficial los festejos patronales de Kantunilkin.
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Personas de todas las edades madrugaron para poder estar presentes en esta ceremonia que tiene arraigo desde hace casi un siglo en esta cabecera municipal, perdurando con el paso de los años y los embates de la transculturización que se apodera de la mayoría de las nuevas generaciones.
Desde las tres de la mañana llegaron los miembros del Consejo Supremo Maya para abrir la iglesia y recibir a las primeras familias, que fueron ingresando al recinto religioso. Los voladores comenzaron a tronar anunciando el inicio de esta ceremonia maya, al momento que la música de jarana comenzó a escucharse.
Poco a poco los habitantes fueron arremolinándose, unos para regalar café, chocolate o arroz con leche, acompañado de su pan o su tamalito, cumpliendo una manda (promesa) hecha a la virgen, el de regalar un desayuno a los que asisten a presenciar “la bajada de la virgen”, el cual cumplen por dos o tres años o por tiempo indefinido en gratitud a algún milagro recibido de la patrona del pueblo.
Los grupos jaraneros no pueden faltar, como van llegando interpretan melodías para amenizar el momento y para finalizar su participación, interpretan las mañanitas a la virgen esperando que el reloj marque las cinco de la mañana para comenzar con el ritual del consejo supremo y dar paso al descenso de la imagen de la virgen de la Inmaculada Concepción.
El rezandero Román Chuc realizó el salve en maya para comenzar con las actividades, luego el incienso para purificar el nicho, ante cientos de feligreses que presenciaron emocionados el arranque de la esperada feria tradicional que se extenderá hasta el 12 de diciembre, con actividades religiosas, gremios, bailes populares y charlotadas.
Cerca de las seis de la mañana, los miembros del consejo cargaron la imagen de la virgen para bajarla y ponerla al alcance de los habitantes, a fin de ser venerada durante estos días de feria, ofrendando no solo los alimentos de los gremios, sino también los habitantes suelen ofrendar manteles, estandartes, bancas, y hasta joyería para la patrona del pueblo.
Después del descanso, los miembros del consejo dieron paso al presbítero Diego Pat, quien ofició la misa que precede a esta actividad, en una muestra de coordinación que existe entre los miembros del consejo y la iglesia católica, para llevar a cabo esta ceremonia en donde los fieles católicos renuevan su fe y su devoción a la virgen.