La presencia de reclusos de alta peligrosidad, que aún se mantienen en las cárceles de Benito Juárez y Playa del Carmen, a pesar de la sobrepoblación de éstas, y que son generadores de violencia, mantiene en alerta a los mandos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo.
Julio César Gómez Torres, secretario de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo, reconoció la saturación de los centros penitenciarios, por lo que aseguró que no bajan la guardia y no se descarta realizar traslados a cárceles del ámbito federal.
El funcionario público aseguró que en los penales del estado hay más de 3 mil 700 reos, haciendo que las prisiones de Cancún y Playa del Carmen se mantengan en su máxima operatividad, e inclusive generando sobrecupo en las mismas. El panorama empeoró en los últimos meses, tras el aumento de las detenciones en la entidad.
Destacó que la afectación mas grande es un tema de infraestructura, a pesar de las modificaciones realizadas en ambos Centros de Readaptación Social (Cereso) en el último mes, con el fin de rescatar algunas áreas y destinarlas como habitación para los reclusos. Señaló que es un tema que debería de estar resuelto en los tres años restantes de la administración, debido a la falta de recursos y de tiempo para las ampliaciones correspondientes.
Uno de los temas que también abordó es la comunicación que existe entre la Secretaria de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo y la Fiscalía General del Estado (FGE), con la finalidad de darle un seguimiento adecuado a los detenidos que ingresan y son procesados en ambas dependencias, debido a los aumentos generados en los últimos meses.
Además, confirmó la realización constante de operativos y sondeos con la única finalidad de ubicar a los reclusos que sean más problemáticos en materia de seguridad para así proceder a trasladarlos a reclusorios federales, amparados en los diferentes convenios que existen en este tema con el Gobierno federal, esto tomando en cuenta que los niveles de seguridad que mantienen las cárceles de Chetumal y de Cozumel no son los adecuados para reos conflictivos, lo que hace que estos centros penitenciarios se mantengan dentro de los niveles adecuados de población carcelaria.
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Por otra parte, también aseguró que los operativos con las autoridades federales todavía continúan, sólo que se pausaron por los cambios de administración, por lo que están a la espera de las nuevas directrices de los encargados carcelarios federales, y así proseguir con los traslados masivos de reclusos con niveles de peligrosidad elevados, tomando en cuenta que los reclusorios estales no tienen la capacidad de albergar este tipo de personas.
