Aun con los constantes frentes fríos y cierres a la navegación, los pescadores cooperativados y permisionarios en Quintana Roo lograron superar la temporada de captura de langosta del año anterior, al pasar de 300 toneladas en 2023 a 350 toneladas del crustáceo vivo, el cual se colocó en los mercados de China y Japón, con una derrama económica de 157 millones de pesos.
El presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de la Industria Pesquera de Quintana Roo, Baltazar Gómez Catzín, precisó que, pese a la buena temporada en la captura de langosta viva, retrocedió en 20 por ciento el precio por kilo del crustáceo, pues mientras en la temporada 2022-2023 se logró cotizar en 550 pesos, la temporada recién concluida sólo alcanzó los 450 pesos.
Lo mismo ocurrió con la cola de langosta, que la temporada pasada se logró vender en mil 100 pesos el kilo, ahora sólo alcanzó los 550 a 600 pesos por kilo.
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“Los pescadores que logren una buena administración de sus ganancias obtenidas en la temporada podrán sobrevivir en los cuatro meses de veda del producto”, consideró el dirigente de los mil 500 pescadores cooperativados en la Entidad.
Lo anterior contrasta con las quejas de presidentes de algunas cooperativas en el Estado pues al inicio del año, por ejemplo, el presidente de la cooperativa Vigía Chico, Manuel Mendoza Argáez, aseguró que, para ellos, capturar el crustáceo en la zona de Punta Allen (en la zona centro de la costa de Quintana Roo), fue la peor de su historia ya que únicamente lograron una pesca activa de 38 días de los 240 que comprenden la temporada, ello a causa de la paralización por mal tiempo.
Recordó que la temporada que inició en julio del año pasado (concluyó el 29 de febrero) y la tónica había sido que los fenómenos hidrometeorológicos reiteradamente afectaron la actividad en la mayor parte de estos ocho meses.
Dijo que estas condiciones del clima es algo que no habían experimentado desde 1968, cuando comenzó esta práctica pesquera en esta comunidad, cuyo nombre oficial es Javier Rojo Gómez, mejor conocida como Punta Allen y perteneciente al municipio de Tulum.
Por su parte, Gómez Catzín dijo que en el periodo de veda, de marzo a junio, los pescadores se dedican a otras actividades, como los tours de avistamiento de la flora y fauna de la zona, snorkel en los arrecifes o captura de escama que se vende en para el consumo local.
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AT