Luego que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes negara afectaciones ambientales a la laguna Nichupté, un grupo de ambientalistas encabezados por Guillermo Delgado Christy, asesor en tratamiento de aguas, dio a conocer imágenes aéreas de derrame de cemento en las obras del Puente Nichupté de Cancún.
El especialista, Delgado Christy, advierte que este derrame puede solidificar y sepultar el pasto marino y la vida animal, con consecuencias similares a las observadas en cuevas subterráneas debajo de la vía del Tren Maya.
Con un volumen de 165 mil 861.62 metros cúbicos de cemento utilizado en las obras, el impacto podría ser devastador, dependiendo de la cantidad y los materiales.
Anunció que se presentarán denuncias anónimas ante la Profepa en los próximos días para tomar medidas urgentes en la protección del ambiente.
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Lo anterior se sumaría al recurso de amparo en contra de la construcción del Puente Nichupté que interpuso el Grupo Ecologista del Mayab (Gema), dirigido por Araceli Domínguez.
Según la agrupación, este proyecto del Gobierno Federal ha causado graves daños a estos ecosistemas en sus distintas etapas de construcción.
Entre las principales menciona el incumplimiento de las medidas preventivas y de mitigación, el desmonte y relleno de manglar, la fragmentación del ecosistema e interrupción el flujo hidrológico hacia los humedales, así como la deficiente colocación de cortinas o mallas durante las actividades de perforación y excavación de los pilotes que soportarán el puente, lo cual, aseguran, ha provocado un grave levantamiento del fondo limoso de la laguna y la dispersión de sedimentos.
Añaden que la autorización que les otorgó la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) tiene una serie de condicionantes que no han sido cumplidas como el Programa de rehabilitación y Mejoramiento de Áreas de Manglar, así como el Subprograma de Reforestación de Áreas de Aprovechamiento Temporal.
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Además, se han abierto siete canales sobre uno de los polígonos del Área Natural Protegido de Manglares de Nichupté, lo cual, aseguran, no estaba autorizado.
Otra violación fue haber empezado sin los permisos de Vida Silvestre a los que estaban obligados.
Ante esta situación, Gema solicitará a la DGIRA que el Comité de Vigilancia Externo haga público el seguimiento de la compensación ambiental para conocer el éxito de las acciones de restauración, porcentajes de sobrevivencia y crecimiento de lo que sembraron, aunque señalan saber que fue un fracaso.
Según el grupo ecologista, el trazo del puente en la parte terrestre está fuera de la superficie del Acuerdo de Destino cedida justo para ello, sin embargo, desmontaron y rellenaron manglar en zona no autorizada, ya que la MIA establece algunos terrenos de aprovechamiento temporal que debieron restaurar y no lo han hecho.
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GC