En Quintana Roo se reportaron cuatro nuevos casos de viruela símica (mpox) en una semana, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE), sin que hasta el momento los Servicios de Salud estatal den información sobre el estado médico de los pacientes.
Se confirmó que se trata de cuatro varones, lo que deja un acumulado, hasta la penúltima semana de 2024, de 16 personas que contrajeron este virus, de los que 15 fueron hombres y una mujer.
Hasta septiembre del año pasado se confirmaron 10 casos en la entidad y fue hasta la primera semana de diciembre cuando el SNVE reportó los nuevos positivos, lo que colocó a la entidad en tercer lugar a nivel nacional, sólo por debajo de Ciudad de México con 53 y Baja California, además de ser el único estado en la península.
Desde el 2022, cuando la viruela, entonces conocida como del “mono”, llegó a la entidad, se han contabilizado 310 casos y cobrado la vida de cuatro personas, aunque el año pasado una persona de nacionalidad argentina contagiada con mpox libró la enfermedad; sin embargo, su sistema inmune no se recuperó y sumado a que era portador de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y luego de un mes hospitalizado, perdió la vida.
El titular de dicha dependencia estatal, Flavio Carlos Rosado, dijo que están esperando instrucciones, pues se trabaja de la mano con la federación y, en el momento que haya luz verde, se hará lo necesario para combatir este padecimiento.
“Ahorita lo que es importante saber es que estamos siguiendo todos los protocolos de la federación en vigilancia epidemiológica, así como los Internacionales de la Organización Mundial de la Salud”, expresó.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la viruela símica como una enfermedad causada por el virus de la mpox, que pertenece al género de los Orthopoxvirus. Existen dos clados distintos del virus, el I y el II, este último más letal.
Los síntomas comunes son erupciones cutáneas o lesiones mucosas que pueden durar de dos a cuatro semanas, acompañadas de fiebre, dolores de cabeza, musculares y espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos. Puede transmitirse por contacto estrecho con personas que tengan la enfermedad, materiales contaminados o animales infectados. Durante el embarazo, el virus puede transmitirse al feto, o al recién nacido durante o después del nacimiento.
El tratamiento es proporcionando cuidados de apoyo para síntomas como el dolor y la fiebre, prestando especial atención a la nutrición, hidratación, cuidado de la piel, prevención de infecciones secundarias y el tratamiento de las infecciones concomitantes, como el VIH cuando está presente.