Las personas que utilizan vapeadores por tiempo prolongados son más propensas a desarrollar enfermedades en los pulmones como asma, enfisema pulmonar, neumonía y males respiratorios, por lo que especialistas respaldan la reforma federal sobre la prohibición de vapeadores avalada por el Congreso del Estado de Quintana Roo.
Alejandra Prado, neumóloga en Cancún, dijo que en los últimos años el vapeo ganó popularidad entre los jóvenes y adultos, muchos de los cuales creen que es una alternativa más segura al tabaquismo, sin embargo, la realidad es que el vapeo tiene consecuencias graves para la salud, y en algunos casos, puede ser mortal.
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Con relación a las enfermedades respiratorias, el vapeo puede causar daño a los pulmones y aumentar el riesgo de padecer bronquitis y neumonía, pero también está asociado a problemas cardiacos, ya que puede aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular.
Aunque no hay evidencia concluyente de que esta práctica provoque cáncer, algunos estudios sugieren que puede incrementar el peligro de desarrollar ciertos tipos de tumores malignos, como en el pulmón.
También puede causar daño al sistema nervioso y generar problemas neurológicos, como la epilepsia y la demencia, además, puede tener consecuencias graves para la salud mental, ya que podría producir depresión y ansiedad.
En México es un problema creciente. Según un informe reciente del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), esta práctica es más común entre los jóvenes y adultos, y se estima que más de un millón de mexicanos lo hace regularmente.
Aseguran que es un problema de salud pública grave que requería atención inmediata, afortunadamente se dio un paso para tomar medidas, aunque reconoció que no es suficiente la prohibición, también urge brindar información precisa sobre las consecuencias que este “moda” puede tener en la salud en general.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022, indicó que el 3.5 por ciento de las personas de 10 a 19 años en Quintana Roo, son consumidoras habituales de vapeo, y el 7.8 son adultos.
