Un total de 80 amparos fueron emitidos en Cancún y 120 más en la zona sur del estado. Estos han sido tramitados por motociclistas para evitar las afectaciones generadas por la “Ley Chaleco”, programada para entrar en vigor a principios de 2025, después de su publicación en la gaceta oficial.
La fecha límite establecida por las autoridades está próxima: el 12 de diciembre de 2024 será el último día para que los motociclistas en el estado puedan ampararse contra esta ley, que los obliga a portar casco y chaleco reflejante con los números de sus placas visibles para ser identificados.
En una entrevista reciente, el Secretario del Ayuntamiento, Pablo Gutiérrez Fernández, recalcó que los protocolos para la implementación de la ley estaban detenidos, pero que se espera su publicación en el Diario Oficial a principios de año para así comenzar a ejercer las disposiciones que la ley establece.
Samuel Gómez, representante de los motociclistas en Quintana Roo, explicó que la manera correcta de aplicar el amparo es una vez que la autoridad detiene al motociclista y considera que sus derechos han sido vulnerados, como cuando le retiran la motocicleta. “Tiene que ser hasta que te cause una molestia real, es decir, cuando te detengan y te exijan usar el chaleco”, detalló Gómez.
El amparo no es la única opción sobre la mesa. Actualmente, los dirigentes de los diferentes clubes de motociclistas están estableciendo mesas de diálogo con el objetivo de promover el uso de salvoconductos ante el Gobierno estatal.
La aplicación de esta ley y sus diferentes puntos todavía no están de todos claros para el gremio de motociclistas. Por ello, se planea realizar una reunión con las autoridades durante la semana en Cancún, con el objetivo de obtener mayor claridad sobre el tema.
Esta ley llega en un momento crucial, en el que las autoridades han intensificado sus operativos en diferentes puntos de la ciudad. Además, no se ha logrado establecer un control adecuado sobre las diversas rodadas que se realizan cotidianamente en las calles, lo que ha llevado a algunos motociclistas a irrespetar a los elementos de la Dirección de Tránsito, desafiando el reglamento vial ante la mirada de las autoridades.