Los habitantes de Quintana Roo continúan siendo víctimas de delitos contra su vida, la integridad, la libertad y el patrimonio. De acuerdo con el informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), que abarca desde principios de 2023 hasta el primer semestre de 2024, los ciudadanos están expuestos a secuestros, abusos sexuales, homicidios, lesiones y corrupción de menores.
Las estadísticas indican que durante el año pasado se registraron un total de 9 mil 478 denuncias por estos delitos.
No obstante, para junio de 2024 ya se han acumulado 4 mil 844 denuncias, lo que representa un alarmante 51.1 por ciento del total reportado en el año anterior.
Homicidio y lesiones, el mayor acumulado
El SESNSP confirma que en el Caribe Mexicano la mayor cantidad de delitos de alto impacto se concentra en las lesiones, mostrando que del corte del 2023 a junio de este año se tienen 8 mil 674 casos. En lo que respecta a los homicidios en todas sus modalidades, suman un total 2 mil 645 víctimas.
Las víctimas de delitos contra la libertad, que contempla el secuestro en todas sus modalidades, son 2 mil 156. Por otra parte, en la corrupción de menores, la métrica confirma que se tiene un acumulado de 198 reportes en el mismo periodo de 18 meses.
Como el caso de Karla “N”, quien fue víctima de abuso sexual por parte de un familiar, “La verdad es un episodio de mi vida que quisiera borrar, porque no sólo fue el hecho como tal, sí no todo lo que vino después”, dijo mientras su voz se entrecortaba por la impotencia que se le notó en su rostro, mientras narraba los hechos.
Actualmente, Kaly como le dicen sus familiares y amigos, detalló que esta persona, pasaba mucho tiempo en su casa, por pertenecer al círculo muy cercano, recuerda que desde la niñez él estuvo presente en festividades comunes como las navideñas y cumpleaños y en ningún momento mostró una actitud hacia los demás o con las niñas con las que siempre compartían por eso no había desconfianza.
Lo que más extraña de aquellos tiempos es la unión familiar que había antes de lo sucedido en mayo de 2023, cuando Karla se encontraba sola con su agresor, ese día por la tarde habían regresado de un partido de futbol, pero al llegar a casa sus padres y hermanos no estaban por lo que el sujeto le dijo que se iba a quedar en la sala porque quería ver una serie.
Señaló que ese día hacía mucho calor y estaban sudados, por lo que ella subió al segundo piso de la casa, para darse un baño, pasaron 15 minutos después, y vio que el agresor le abrió la puerta.
Las cosas pasaron tan rápido que ni ella misma entiende qué fue lo que pasó, lo que le causó una sensación de asco y repudio, en cuanto todo terminó aquel individuo abandonó la vivienda.
Al llegar la familia a casa encontraron a la joven llorando, quien contó todo lo que había pasado, lo primero que hicieron sus parientes fue ir a buscarlo a su casa y quien los atendió fue la mamá a pesar de que se le explicó la gravedad de lo que su hijo había hecho se negó a creerlo, por lo que la víctima fue a interponer la denuncia y aseguró que ahí es donde empieza otra tortura, porque cuando llegaron a denunciar se les canaliza a la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, donde las preguntas se repiten de manera reiterada, sin contar que el proceso de revisión médica es muy fría y desagradable.
La familia del culpable lo ayudó a escapar del estado, además argumentó que era inocente y que nada de lo que se le acusaba era cierto, la víctima agregó que aunque también ella es su familia pocos le creyeron, otros la juzgaron muy duro y se alejaron; hasta el momento su agresor sigue prófugo y ella padece crisis de pánico y durante varias noches no ha podido dormir imaginando que un día volverá abrir la puerta.
GC