Durante el Tercer Informe de Gobierno, la presidenta municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta de la Peña, presumió una inversión millonaria en materia de seguridad; sin embargo, hasta ahora, esto no se ha visto reflejado, toda vez que la ciudadanía afirma que los delitos cada vez son más violentos y que temen salir de sus hogares, impresión reforzada con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) donde afirma que más del 82 por ciento de las personas se sienten inseguras de salir a las calles.
En el tercer informe de Gobierno, la alcaldesa hizo énfasis en los 110 millones de pesos que se invirtieron en el equipamiento, renovación y expansión de las tecnologías con las que cuenta el personal del Centro de Cómputo y Control (C2), con la adquisición de cámaras, principalmente; sin embargo, muchas veces los monitoristas sólo sirven para eso, para vigilar a través de un monitor, pues en las calles se les escapan los delincuentes.
Y es que, en muchos hechos de alto impacto registrados en el municipio, las autoridades policiales llegan a tomarse la foto para que vean que hay presencia, se amotinan 15 o 20 policías sin iniciar un operativo de búsqueda de los sospechosos, lo que les permite escapar sin ningún problema, y si bien queda grabado en las cámaras, difícilmente se logra su detención.
Según el informe que rindió Peralta de la Peña, actualmente en Cancún hay mil 315 cámaras de seguridad enlazadas al C2, pero no todas son de la Policía, pues 600 son cámaras vecinales, de ciudadanos que accedieron a enlazar sus videos al monitoreo de las autoridades y 235 que ya había de otras administraciones; es decir que solo se han comprado 480 nuevas cámaras.
Además, de los 70 puntos de monitoreo inteligente, que algunos son heredados de otras administraciones, y la adquisición de 29 puntos fijos en parques y espacios públicos, sumaron el total de 110 millones de pesos, una inversión “histórica” pero que deja mucho que desear si la ciudadanía todavía se siente insegura de estar en las calles del municipio.
Como se ha publicado, ante la falta de resultados de las autoridades en el tema de seguridad, los ciudadanos han optado por invertir de sus bolsillos en la autoprotección, por lo que gastan poco más de 15 mil pesos, ya sea en enrejados o videocámaras.
Incluso, han recurrido a cerrar calles y convertirlas en privadas con un sistema de enrejado que puede llegar hasta los 80 mil pesos, en caso de que sea eléctrica, con el afán de que no entren los delincuentes a la zona, ante la falta de vigilancia continua de la Policía.
Pues el Inegi en su evaluación del primer trimestre de este año, señaló que la percepción de inseguridad estaba en 82.4 por ciento en Cancún, es decir, apenas el 17.6 por ciento de la gente se siente segura, pero muchos de ellos en zonas residenciales exclusivas, ya que los focos de violencia se concentran en la periferia de la ciudad, colonias irregulares y fraccionamientos alejados del Centro.
La misma encuesta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía señaló que sólo el 27.9 por ciento de la ciudadanía cree que el gobierno resuelve los problemas, entre estos, el tema de la inseguridad; es decir, que ni la mitad de los cancunenses cree en los resultados que dice ofrecer la presidenta municipal.
Otro tema que resaltaron en el informe de gobierno fue la mejora salarial para el 83 por ciento de los policías, al pasar de 13 mil a 20 mil pesos mensuales; en el caso de los elementos, muchos son señalados por la población en temas de corrupción, lo que ha provocado que las estadísticas de percepción están muy bajas, pues apenas el 5.04 por ciento de la gente confía en los policías de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y el 5.55 en los oficiales de la Dirección de Tránsito.
Tan sólo el año pasado se dio de baja a 37 elementos en Benito Juárez por diversas conductas, principalmente por actos de corrupción.
Sin embargo, otro tema pendiente es el déficit de personal que tiene la corporación, a principios de año se dio a conocer por los propios elementos que sólo se contaba con 800 policías operativos en tres turnos de 12 x 24, o sea, 250 agentes por turno para cubrir la ciudad y la Zona Hotelera.