Crece la molestia de los habitantes de la colonia Florida, ubicada en la Región 92, por el desbordamiento de aguas negras que tiene alrededor de 15 días y Aguakan no atiende los diversos reportes generados, aluvión que se extiende a los registros del cárcamo que se localiza exactamente frente a la calle afectada.
La pestilencia es indescriptible, los habitantes de la zona mantienen las puertas y ventanas cerradas para evitar enfermedades, por lo que exigen a la concesionaria reparar la avería lo antes posible, ya que en las boca-calles de esta misma región hay problemas similares, por la posibilidad de que toda la tubería de la zona esté podrida, y es cuestión de tiempo para que reviente como sucedió en la José López Portillo y la Niños Héroes.
Vecinos, automovilistas y gente que trabaja por la zona calificaron de vergonzoso el hecho de que Aguakan ignore las quejas de los ciudadanos que, al final de cuentas, son sus clientes y pagan por el deficiente servicio que ha brindado durante décadas.
Indicaron que “ese problema es recurrente, de vez en cuando drenan toda esa porquería, pero no pasa mucho tiempo para que se vuelva a presentar. Otra problemática es que se hacen criaderos de moscos. El olor es insoportable, más por la tarde y noche, de hecho, y eso es el colmo, en el mismo terreno de la esquina que es de Aguakan, también hay aguas negras”, dijo una vecina.
Efectivamente, hay una caseta de controles del cárcamo 14, donde los dos registros están desbordando el agua, predio que se ubica a una cuadra de la avenida Francisco I. Madero, donde está el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, área donde recordaron los vecinos que había otra fuga de aguas negras, pero ahí la anomalía fue reparada de manera oportuna.
Gustavo Ortiz, quien vive en esa región, confirmó que ese problema es viejo, y consideró que la tubería en insuficiente para la zona, porque el problema llega prácticamente hasta la avenida López Portillo. Responsabilizó a la empresa concesionaria por su ineficiencia, pero cuestionó si el estado tendría la capacidad para absorber el servicio, en el lejano caso de que se revoque la concesión. “Porque ese discurso de que se la quitan o no lo hemos escuchado durante años, y no hacen nada, entonces, primero se debe hacer un estudio a conciencia para saber si es viable quitarle la concesión”, agregó.
“Pero eso que vemos acá en la 92 es en toda la ciudad, en la Región 103, sobre la Talleres, tuvimos aguas negras por seis meses, tiempo en el que todos lo reportábamos y no hacían nada, hasta que por fin se dignaron repararla en una zona, además, muy transitada. Es un pésimo servicio el de Aguakan. Deberían quitarle la concesión”, dijo Justina Romero.
