Las calles de Chetumal continúan presentando desperfectos que afectan a la ciudadanía, como es el caso de los socavones, al grado de que se han presentado casos en que los habitantes han caído en ellos, provocándose lesiones físicas, pese a que las autoridades municipales aseguran que se están haciendo cargo de reparar las calles de la ciudad; ejemplo de ello son los alrededores de una de las plazas comerciales de la ciudad.
En ese sentido, en las calles que rodean el estacionamiento de Plaza Bahía se encuentran socavones de gran tamaño y profundidad, tanto sobre la avenida Insurgentes como sobre la avenida Universidad, siendo ambas muy transitadas, sobre todo, en esta época decembrina cuando los ciudadanos acuden con frecuencia a los supermercados para realizar sus compras navideñas; representando un riesgo para automóviles y transeúntes.
Al respecto, la ciudadana Michelle Sánchez expresó una mala experiencia que vivió al caer en uno de esos socavones: “antes de ir a trabajar, pasé a Walmart para retirar dinero en el cajero, y cuando salí me fui caminando a la Universidad Vizcaya, que está aquí cerca; pues iba caminando normal, cuando de pronto una de mis piernas ya se había ido a uno de esos huecos que están allá, hasta hincada quedé de lo profundos que están. Y así tuve que irme a mi trabajo, con los raspones que se me hicieron”.
Durante un recorrido por las calles mencionadas, se corroboró que la profundidad de los socavones es preocupante, principalmente, uno pequeño en el que fácilmente se le podría atorar la pierna a cualquier ciudadano. Además, uno de estos huecos que está sobre la avenida Insurgentes se encuentra justamente donde entran los coches al estacionamiento de Plaza Bahía y por donde salen de la gasolinera que se ubica a un costado.
Por otro lado, sobre la avenida Universidad se encuentra un agujero mucho más grande y más profundo, que si bien cuenta con señalamientos para que los automóviles circulen con precaución, resulta preocupante que no haya sido reparado; incluso, en donde está ubicado se percibe que es una zona en peligro de hundimiento, ya que hay dos huecos más ahí mismo. Un detalle que llamó la atención es que quedan justo frente a la entrada de las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y ni siquiera por eso toman cartas en el asunto las autoridades municipales.