La población de Othón P. Blanco ha detectado un nuevo modus operandi entre estafadores, el cual consiste en fingir que realizarán donaciones de sangre, por las que piden dinero de manera anticipada mediante transferencia bancaria, y una vez recibido el dinero, cortan todo contacto con las personas que solicitan la donación, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las personas hospitalizadas.
De acuerdo con la información, los estafadores operan mediante redes sociales, en las que buscan publicaciones de personas que estén solicitando donadores de sangre, con quienes se comunican para ofrecerse, sin embargo, solicitan una cantidad dinero por cada unidad a donar; no existe un monto fijo, ya que pueden pedir desde 250 pesos hasta 500 o 1000 pesos, cantidades que son establecidas de acuerdo a la urgencia de la donación.
Uno de los aspectos a resaltar es que los supuestos donadores generalmente ofrecen más unidades de sangre que las que se están solicitando, como un recurso para que su ofrecimiento resulte más atractivo; sin embargo, la presunta buena voluntad del estafador va acompañada de un “pero”, que suele ser el hecho de que no se encuentra en el lugar donde se requiere hacer la donación, siendo este el motivo por el que piden dinero, asegurando que es para su traslado.
No obstante, una vez que los estafadores reciben la transferencia, se les desaparecen a las personas que solicitan donadores, bloqueándolos en las redes sociales para que no puedan contactarlos, ya que no proporcionan números de teléfono personales y, en muchas ocasiones, las cuentas utilizadas para cometer las estafas no proporcionan información real de quien opera detrás de estas.
Recientemente, se dio a conocer un caso ocurrido en Chetumal, que dejó al descubierto esta nueva modalidad de estafa, cuando los familiares de una persona hospitalizada solicitaron donadores de sangre y fueron contactados por una persona que les aseguró que él y cuatro personas más podrían donar las unidades que necesitaba el paciente, pero que se encontraban en la comunidad de Lázaro Cárdenas, del municipio de Bacalar, por lo que necesitaba que le transfirieran 400 pesos por cada uno de los presuntos donadores para que pudieran trasladarse a la ciudad capital.
Dada la situación, los familiares del paciente le ofrecieron al estafador viajar por ellos a dicha comunidad y regresarlos después de que se llevara a cabo la donación, sin embargo, el estafador no accedió, siendo esta actitud lo que ayudó a los familiares a que se dieran cuenta de que se trataba de una estafa, en la que afortunadamente no cayeron.