El problema del abasto de agua potable no es exclusivo de la capital del estado y de las comunidades cercanas, ya que en las localidades de Raudales y Laguna Guerrero, la situación ha llevado a la población a consumir el agua salada que sale de la llave para regar sus hortalizas y para la higiene, lo que les ha causado malestares y que las plantas se mueran.
Son más de 2 mil 500 pobladores entre ambas localidades que se verían afectados, ante la negativa de la Comisión de Agua Potable y Alcantarilla (CAPA) de dotarles de agua dulce para el consumo humano. De acuerdo con el ejidatario Eduardo Angulo Cab, quien fue comisario ejidal, entre los pobladores han estado platicando el tema y han hecho llegar las solicitudes a las autoridades, sin embargo, no han obtenido respuesta alguna.
Una de las sugerencias que han dado, es que se podría instalar un cárcamo en la glorieta que conecta a la comunidad de Echeverría con Laguna Guerrero, a fin de traer agua desde la ciudad de Chetumal, y así llevarla hasta los demás pobladores. De acuerdo con el ejidatario, la solución no sería tan costosa como el buscar agua dulce por la zona, ya que eso es casi imposible para surtir toda la comunidad, pero sólo se podría realizar siempre y cuando las autoridades tengan la voluntad de realizarlo.
De igual forma, mencionó que es algo urgente, además de los problemas de salud que les está causando, saben que el área puede detonar turísticamente pronto, lo que llevaría al aumento considerable de la población, agravando el problema del agua potable. Pese a los llamados y soluciones propuestas, los pobladores consideran que los tienen en el olvido, pues ninguna autoridad ha acudido a darles una respuesta,