De acuerdo a las autoridades del municipio de Othón P. Blanco, el basurero de la ciudad de Chetumal opera todavía dentro de sus capacidades, en un 85 por ciento, sin embargo, el inmenso volumen de desechos ingresados a diario pone a contrarreloj los límites del tiradero.
Sólo durante el periodo de 2024, la dirección de Servicios Públicos reportó un total de 115 mil 538 toneladas de basura generada por la población chetumaleña y que finalmente fue trasladada hasta el predio, un incremento del 15 por ciento que se registró en 2023, periodo en el que los camiones recolectaron 100 mil 561 toneladas de basura.
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Ayuntamiento de Chetumal reconoce falta de recursos para reubicar basurero municipal
De acuerdo al encargado de dicha área municipal, Luis Mario Ramírez Campos, el tiradero de la ciudad se ha llevado de manera controlada y todavía tiene la capacidad para almacenar los desechos que se generan en Chetumal.
Sobre los trabajos de compactación y manejo de los residuos dentro del tiradero a cielo abierto, según el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, se han destinado cerca de 3.9 millones de pesos para el arrendamiento de maquinaria, esto para el último trimestre del año pasado.
Las maquinarias usadas fueron tractores, excavadoras y unidades de volteo para el saneamiento del terrenos localizados a las cercanías del basurero municipal; así como un tractor sobre oruga, que se usó para el reacomodo de los deshechos al interior del predio.
Sin embargo, el crecimiento poblacional en la capital ha supuesto también un incremento en la generación de la basura, como lo reflejan las cifras en los últimos dos años, por lo que el límite del predio para almacenar y procesar los residuos sólidos es solo cuestión de tiempo.
A pesar de ello, las autoridades municipales todavía no han informado so existe un plan concreto para reubicar el tiradero, pues también se mantiene en disputa una parte del predio, que fue cedido por el ejido de Calderitas.
Cabe mencionar que habitantes del fraccionamiento Américas 3 han manifestado en distintas ocasiones su malestar por los malos olores, las proliferación de moscas en las zonas más próximas al tiradero, así como las afectaciones por los incendios registrados durante el año al interior del predio.
