La cooperativa pesquera Patria y Progreso enfrenta dificultades económicas para preparar ocho embarcaciones menores antes del 2025, con el objetivo de llevar turistas al área de avistamiento de tiburones en su hábitat natural. Actualmente, sólo tienen casi lista una embarcación, que aún carece de pintura y equipos de radiocomunicación, según confirmaron socios del gremio.
Los bajos ingresos derivados de la caída en el precio de la langosta han provocado este retraso. Inicialmente, se había programado que la primera embarcación estuviera operativa en el verano pasado, pero no se logró, debido a la falta de recursos para terminarla. Por lo tanto, las siete embarcaciones restantes podrían demorar aún más; se espera que una segunda nave esté lista para el próximo verano.
En invierno y primavera, los tripulantes de las ocho embarcaciones participaron en cursos de capacitación en atención al turismo y comunicación básica en inglés. Estos cursos fueron organizados con el apoyo de una asociación civil, que busca facilitar la transición de los pescadores al sector turístico.
Existen más de media docena de puntos localizados a menos de 10 kilómetros al sureste de Isla Mujeres, donde se pueden observar tiburones. Los puntos más lejanos están cerca de Punta Nizuc y al sureste del Parque Nacional de Isla Contoy, según estudios realizados antes de la pandemia.
Aún no se ha definido el precio del servicio para los visitantes, pero se estima que podría ser inferior a 2,000 pesos por persona, similar al costo del avistamiento y nado con el tiburón ballena. No obstante, hay una propuesta para establecer una tarifa mínima de 2,100 pesos a partir del 2025.
Algunos turistas extranjeros ya han mostrado interés en esta experiencia tras enterarse de que se ofrecerá en Isla Mujeres. Incluso, varios han solicitado información, similar a lo que ocurre con los buzos que visitan Playa del Carmen.
En cuanto a las especies de tiburones, como el toro, tintorera, martillo y limón, entre otras, su presencia se mantiene durante todo el año. Con la suspensión de la pesca, se espera que la biomasa de estas especies comience a recuperarse.
Esta medida adoptada por la cooperativa marca su transición de la captura de tiburones a su conservación, promoviendo actividades de avistamiento destinadas a turistas amantes de la naturaleza.