La noche de ayer un convoy conformado por elementos de la Policía Ministerial de la unidad de homicidios, peritos criminalistas, policías de investigación y la Policía Quintana Roo, acudieron al kilómetro 8.5 del boulevard Kukulkán en la Zona Hotelera de Cancún, para llevar a cabo un mandato judicial.
De acuerdo con los datos proporcionados por las autoridades que realizaron el operativo, al interior del Restaurante Bar Crocolive, donde al parecer fue privado de la vida un hombre cuyo cuerpo apareció el pasado lunes en Puerto Morelos; siete trabajadores del establecimiento fueron asegurados en calidad de presentados, sacaron las grabaciones del circuito cerrado, así como fueron colocados seis sellos para impedir el paso.
El cateo fue derivado de las investigaciones realizadas por agentes ministeriales, quienes llevan la investigación del caso de un hombre que apareció sin vida el pasado lunes sobre la carretera federal Puerto Morelos-Cancún, a la altura de Crococún, en una zona de mangle, el cuerpo se encontraba en estado de descomposición y tenía un trapo amarrado en la cabeza, y tras presentar pruebas suficientes ante un juez de control, éste les concedió la orden de cateo y aseguramiento del Restaurante Bar.
Las diligencias duraron alrededor de dos horas y media, los más de 30 elementos que acudieron, ingresaron con escaleras, luces ultra violeta y herramientas para desconectar el circuito cerrado; al interior, peritos criminalistas realizaron pruebas de blue star, la cual junto con la luz violeta sirve para detectar rastros de sangre, ya que posiblemente el ahora occiso fue asesinado al interior y su cuerpo arrojado en Puerto Morelos durante la madrugada del pasado lunes.
Poco antes de las 21:00 horas, luego de haber asegurado indicios que pueden servir para la investigación en torno a esa ejecución, las autoridades se retiraron, dejando seis sellos colocados en las puertas y ventanas, esto para impedir el paso, ya que las investigaciones continúan
CG