Quintana Roo / Sucesos

A través del Río Hondo ingresan ropa, alcohol y tabaco, siendo estos últimos los más vendidos

El contrabando a través de la frontera que divide al municipio de Othón P. Blanco con el país vecino de Belice sigue prosperando y esquivando a las autoridades aduaneras, ya que la mayoría del traslado se hace por a través del Río Hondo, por donde se cruzan ropa, alcohol y cigarrillos. Estos últimos se posicionan como uno de los productos favoritos que ingresan de forma ilícita por la puerta en la que “inicia México”.

Por la zona Sur de Quintana Roo entra un gran porcentaje de los cigarros piratas que se consumen en el país. La mercancía mayormente proviene de China, India, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Canadá y Estados Unidos.

Los cigarros pirata son de baja calidad, lo que puede afectar aún más la salud del consumidor / Especial

De acuerdo con la Cofepris, el consumo de estos cigarrillos pone en riesgo la salud de los consumidores, toda vez que se desconocen los materiales utilizados para su elaboración.

Según la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Esperanza Ortega, 20 de cada 100 cigarros que se consumen en México entraron al mercado por medio del contrabando, y alrededor de 12 de estos se hicieron camino por la frontera.

El ingreso de este producto a Quintana Roo puede rastrearse desde 2007, informó un reporte de Aduanas. Este explica que se identificaron camiones que transportaban toneladas de cigarrillos de origen asiático, principalmente de países como China e India, las unidades cargaban el producto que se mantenía resguardado en grandes almacenes de la Zona Libre de Belice, para luego continuar su camino hacia el país.

Autoridades intensificaron incautaciones, pero delincuentes usan rutas clandestinas. / POR ESTO!

Una vez cruzado el Río Hondo, la ruta fijada marcaba su paso por la Carretera Federal 186 que conecta a Chetumal y Escárcega, después seguía hasta arribar a Tepito, en la Ciudad de México. Una vez allí, durante esos años, ponían en venta los cigarrillos en un precio que variaba de entre 10 a 15 pesos.

A día de hoy, una cajetilla de cigarros piratas se vende por alrededor de 30 pesos, precio bastante inferior a las que se ofertan en tiendas de abarrotes o supermercados, que suelen costar cerca de 90 pesos.

La fayuca de cigarrillos suele implicar pérdidas multimillonarias al país, por 15 mil millones de pesos, es decir, 24 millones de pesos al día. Debido a que su entrada es clandestina, las autoridades no obtienen ingresos por concepto de Impuesto al Valor Agregado y del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.

Para el líder de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, Cuauhtémoc Rivera, este negocio ha ganado popularidad dado su bajo costo, sin embargo, reitera que es un producto de baja calidad y que no cumple con las medidas sanitarias.

“Si a un joven o persona con poco dinero le ofreces un producto deficiente, pero que le cuesta cuatro veces menos, muy seguro irá por el barato, sobre todo cuando tiene tanto consumo diario como lo es el tabaco”, aseguró.

Recientemente, las autoridades mexicanas informaron que lograron frenar y decomisar, en la aduana de Subteniente López, varios cargamentos que iban a bordo de camiones. Pero también señalaron que estos grupos usan caminos de terracería recónditos en la selva del Sur de Quintana Roo, para poder continuar sus operaciones ilícitas.