Se reportó el asalto a la gerente de una refaccionaria ubicada en la ciudad de Chetumal cuando ella se encontraba saliendo del establecimiento para abordar su automóvil, acompañada de un empleado del negocio, y fue interceptada por un par de sujetos que fueron directo hacia el bolso que llevaba consigo.
El hecho ocurrió en un comercio que se encuentra establecido sobre la Calzada Veracruz entre las calles Isla Cancún y Bugambilias, a plena luz del día, sin que la afectada y su acompañante pudieran hacer algo al respecto, por lo que los delincuentes huyeron del lugar con los 34 mil pesos que la gerente poseía, correspondientes a la venta del día.
De acuerdo con la información proporcionada por la afectada, los sujetos portaban cascos con los que ocultaron sus rostros para evitar ser identificados y se transportaban en una motocicleta verde con negro; con más detalle, señaló que los dos hombres son delgados de tez morena, uno vestía playera negra y el otro llevaba playera verde.
Tras el robo, la víctima se comunicó inmediatamente al número de emergencias para solicitar la presencia de las autoridades de manera urgente, con la esperanza que los delincuentes se encontraran aún en los alrededores y los agentes policiacos pudieran dar con su paradero para proceder a su aprehensión.
A su llegada, los oficiales pusieron en marcha un operativo de búsqueda para dar con los responsables del atraco, sin embargo, no tuvieron éxito, por lo que aconsejaron a la víctima que acuda a interponer su querella en el Ministerio Público para que se le dé seguimiento caso, en tanto que las autoridades iniciaron las investigaciones para abrir la carpeta de investigación correspondiente al caso.
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Con esta situación, una vez más, queda evidenciada la ineficiencia de las autoridades locales y la falta de una estrategia de seguridad que sea efectiva y garantice la seguridad de los chetumalenses, puesto que es preocupante que los asaltos ocurran en la entrada de un negocio en el que constantemente va y viene gente, lo que demuestra que los asaltantes actúan sin temor a ser vistos, pues confían en que la policía no los detendrá.
Por otro lado, también queda en entredicho la estrategia de las cámaras de vigilancia que se han instalado en la ciudad, pues se supone que su función principal es capturar sucesos como este para que los oficiales puedan obtener más información sobre los perpetradores, las rutas que siguen para huir y demás elementos que contribuyan a su detención.
