La comercialización de heno y musgo para la típica decoración navideña, está prohibida; sin embargo, vendedores y ciudadanos insisten en ofertar, así como comprar estas especies que brindan protección, además de ser el hogar de muchos microorganismos y animales pequeños en los bosques del centro del país.
Pese a poseer autóctonos de esta región, en las calles principales se puede observar que están a disposición, como parte importante de la ornamentación típica de esta temporada.
Los comerciantes, quienes vienen de sitios como Puebla o el Estado de México, ofrecen paquetes de estas especies desde los 30 pesos, y la bolsa más grande tiene un costo de 100 pesos.
Aseguran los vendedores que son productos que la población pide, y particularmente se usa para la decoración, tanto de casas como del nacimiento.
“Tiene varias funciones el heno, se puede usar hasta para pastito, pues en esta temporada no se seca, se mantiene fresco, lo que tiene es que si le toca el agua se pudre, no hay que tener en el agua, sino en el sol”, informó Daniel García, vendedor de temporada.
En otro punto de la ciudad, en los alrededores del estadio Salvador Alvarado, donde también se venden estos productos, la comerciante sugiere que el heno se conserva muy bien “incluso hay clientes que vienen del año pasado y ya no compran porque nos dicen que aún tienen heno”, coincide en que no se le debe poner agua porque queda café o negro y ya no sirve.
Un cuadro de 30 x50 de musgo tiene un costo de 50 pesos, “si quieren una bolsa de unos 3-4 kilos de musgo, esa ya tiene un costo de 100 pesos, no está caro, manejamos igual descuentos con pago en efectivo”, informó Daniel, quien asegura que sí se vende el producto y que está por llegarle más en estos días.
La vendedora de por el rumbo del estadio, coincide en que el musgo es más delicado para su conservación y saca lo que llama unas almohadillas de musgo de un costal blanco para mostrarnos la calidad del producto que no está tan verde y tiene un aspecto levemente amarillento, pero no contrasta demasiado, por lo que se puede mejorar con un poco de agua, asegura.
Nos cuenta que ellos toman estos productos de la sierra norte de Puebla, sin necesidad de solicitar ningún permiso, ni de vigilancia. Revela que es un trabajo es cansado, pues deben subir la montaña, recoger el musgo, el heno y las piñas que caen de las coníferas típicas de la región, para posteriormente venderlas en Mérida.
Al respecto, la Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) exhorta a no comprar estos recursos forestales que contribuyen a disminuir la erosión del suelo, la contaminación ambiental, y ayudan a la germinación de las plantas, así como a la infiltración del agua, inclusive sirven como material de construcción de nidos para varias aves y pequeños mamíferos, como el colibrí.
Para efecto de su aprovechamiento, la NOM-011-Recnat-1996 establece el procedimiento legal. Refiere que el dueño del predio debe notificar a la Semarnat su intención de aprovechar el recurso, así mismo se establecen las condiciones en que debe hacerse, extensiones de suelo, así mismo debe presentar un informe de las toneladas utilizadas.
Por Karen Regina Aguilar