Las estrategias de Prolimpia se han visto rebasadas por pepenadores clandestinos y restauranteros que, en tan sólo 14 horas, arrojan hasta tres toneladas de desechos diarias en los basureros del tramo Chelem-Chuburná, así como el situado en la calle 86, en el libramiento de la entrada del Puerto de Progreso.
En busca de agilizar la ruta costera, se instaló una góndola que almacena siete toneladas de basura. Sin embargo, restauranteros y operadores “pirata”, todos los días durante la madrugada, acuden a dejar residuos que sobrepasan la tonelada, originando un foco de infección para las más de 50 familias que viven a lo largo del kilómetro dos, en ambos costados de la carretera.
En cuanto al basurero ubicado en la calle 86, este fue colocado para que el parque vehicular de Prolimpia ahorrara cerca de 21 mil pesos, pues ahora sus residuos se dejan en el sitio, el cual es hasta dos veces mayor al basurero municipal situado en las cercanías del ejido Paraíso, en la carretera federal Mérida-Progreso. De esta manera, los camiones compactadores de la empresa se ahorraban viajes de 10 kilómetros.
Ambos sitios se asegura fueron colocados de manera estratégica desde el 2020 para reforzar movilización con los camiones, pero el proyecto fracasó luego de que la misma ciudadanía acudiera durante la madrugada, hasta el día de hoy, a tirar sus residuos. De esta forma esquivan pagar el servicio de recoja y pasan a formar parte del 50 por ciento de usuarios morosos en la localidad.
El sistema Prolimpia ha sido una inversión del Gobierno Estatal de 13 millones 10 mil 493 pesos para la adquisición de tres recolectores compactadores de 11 metros cúbicos con sistema de levante, seis motocicletas eléctricas recolectoras de dos velocidades y equipadas con herramientas, dos camiones remolques tipo Roll off de 30 metros cúbicos, tres contenedores de 30 metros cúbicos, así como 50 contenedores de mil 100 litros que se anunció en el banderazo de arranque en noviembre del 2019.
La última inversión que se encuentra “en capilla” son 789 mil pesos que sirvieron para el parque vehicular de 12 camiones de los 14 con los que cuenta la dependencia en este momento. Dos de estos vehículos se encuentran en reparación y no funciona ninguna motocicleta ecológica.
Por su parte, el titular de este departamento, Emilio Góngora Ortegón, aseguró estar consciente del impacto ambiental que generan ambos depósitos, por lo que afirmó que existe una solicitud ante Cabildo para el retiro de los puntos donde se ubican las góndolas y que se han convertido en basureros al aire libre.
La presencia de residentes en el tramo del kilómetro dos corresponde a una iniciativa que se impuso en el verano de 2020, cuando se aseguró que en medio del inicio de la pandemia en el estado llegaron a residir alrededor de 50 familias a sus casas veraniegas, muchas de ellas para huir del COVID de la capital yucateca.
La vigilancia también ha quedado a deber, pues de acuerdo a varios quejosos, durante la noche, se ha tenido nula presencia de autoridades policiacas que ayuden con la vigilancia del lugar para detener a los infractores que atentan contra la biodiversidad.
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CG