Las imágenes de los santos reyes fueron regresadas a sus nichos en el marco de una ceremonia religiosa en la cual participo la comunidad religiosa que acudió como cada año a su cita puntual con los santos patronos.
Como marca la tradición, pero ahora apegada a la nueva normalidad se desarrolló la tradicional subida de las imágenes de los reyes magos marcando la conclusión de sus novenarios para agradecer por los frutos de las cosechas y en vísperas de los festejos patronales en su honor.
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Solamente se aceptó el aforo del 50% de la capacidad del santuario que es de 130 personas.
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Se supervisaba rigurosamente que los fieles hagan uso correcto del cubrebocas, se les tomaba la temperatura, se les sanitizaba y se les aplicaba gel antibacterial para luego conducirlos hacia las bancas con lugares previamente marcados para que se respetara la sana distancia.
En su mensaje el Párroco, Pedro Echeverría López expuso que en esta ocasión la celebración por la pandemia fue una experiencia edificante y novedosa en la que se retomó el ejemplo de los magos del oriente que nunca se dieron por vencido hasta encontrar el nuevo rey para luego hacer reverencia y alabarlo, enseñándonos solo ante quien debemos inclinarnos e inculcandonos la importancia del cambio de rumbo de vida retornando por otro camino.
Mencionó que fue jubilosa la participación de la feligresía mostrando la confesión de su fe con muestras de madurez. Por todo lo anterior exhorto a los creyentes a mirar hacia adelante y todas las maneras dignas de la compasión que es el signo de la cercanía de dios con nosotros.
A la par recomendó estar atentos a la realidad y la exigencia de cada día y de las disposiciones de las autoridades gubernamentales y de salud.
Mencionó que no podemos quedarnos anclados, pero que hay que mirar la realidad de una manera profunda, desde los ojos de Dios para que podamos hablar de la alegría de lo que hemos visto y oído y que esto sea punto de referencia en nuestro mensaje y palabra que nos permita recuperar la pasión comprometida por crear una verdadera comunidad de hermanos.
Al concluir la sagrada liturgia como es costumbre y tradición las sagradas imágenes de Melchor, Gaspar y Baltazar entre aplausos de la feligresía fueron regresadas a sus nichos siendo cargados por los custodios que los trasladaron desde un costado del altar mayor hasta las manos del Párroco Pedro José Echeverría López y del Vicario, Juan Carlos San Agustín que los devolvieron a sus bóvedas donde permanecerán hasta el 28 de diciembre, día de la tradicional bajada de reyes que marca el inicio de la feria patronal.
Voladores y Globos de Cantoya enmarcaron la culminación de esta celebración haciéndola lúcida y atractiva a los ojos de los presentes que aplaudían cada vez que uno se elevaba en honor a los Reyes Magos del Oriente.
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RM