Más de mil 500 kanasinenses se dieron cita ayer para el encendido del árbol navideño en los bajos del Palacio Municipal, donde se celebró la llegada de la temporada decembrina. Colonos del municipio señalaron que este año era imperdible el evento, pues debido a la llegada del coronavirus el año pasado fue una navidad “sombría”.
Personajes cómicos como la Bruja Cuchi Cuchi y su elenco acudieron para entretener a la población. Además, se montó una obra teatral para los más pequeños y shows infantiles con botargas, así como un Santa Claus que repartió juguetes en la velada.
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Otra de las sorpresas de la noche fueron los fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Kanasín, sin embargo, pese a todo lo mágico de la noche, se descuidaron medidas de seguridad interpuestas por la Secretaría de Salud, para evitar la propagación del virus, pues debido a que el escenario era pequeño no se pudo evitar la aglomeración, además de que muchos asistentes no llevaban bien colocados el cubrebocas e ingirieran alimentos sin utilizar gel antibacterial.
“La intención no es mala, creo que todos necesitamos un rato de diversión y relajación, pero hubiera estado padre que se haga en un lugar mucho más amplio, pues la calle no es el lugar propicio para que se haga un evento de esta magnitud, sobre todo habiendo terrenos grandes en Kanasín o hasta los campos de futbol o beisbol”, dijo Hortensia Moguel, pobladora.
Aunque los infantes estuvieron contentos gozando de los entretenimientos de la noche, algunos inconformes se formaron en señal de protesta a un costado de la plaza principal, sin embargo, debido al tumulto de personas y al exceso de ruido ocasionado por el sistema de sonido fueron pasados desapercibidos para posteriormente retirarse del lugar.
“No nos parece buena idea de que hagan este tipo de eventos cuando no se ha terminado lo de la pandemia y sobre todo con la nueva cepa que salió de la ómicron, pero pues a la gente le gusta esto de estar en las fiestas, no entiende que ya habrá tiempo para eso y más”, dijo Sandra López, kanasinense.
Pese a los inconformes el evento duro alrededor de cuatro horas, donde vendedores ambulantes aprovecharon para realizar sus ventas y sacar provecho de la gala. Ernesto Tun, vendedor de chicharrones, comentó: “sólo con esta vueltecita saqué lo que saco en dos o tres días”.
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CC