El campo atraviesa una de sus peores etapas, la falta de semillas nativas de maíz, así como otras de leguminosas se están perdiendo de forma acelerada, el grano, desde hace tres años los campesinos tienen que buscar las semillas para poder cultivar en sus milpas en otros municipios, incluso en otros Estados del país.
La seguridad alimentaria en las comunidades rurales se ven amenazada por la falta de semillas del grano más básico para la alimentación, pues hace más de tres años que las cosechas de maíz no se están logrando, debido a factores como las plagas, la sequía y los huracanes.
Entre las plagas se encuentra el gusano cogollero que cada año daña las plantas que apenas germinan, a este se le suman las aves que se comen las semillas antes de germinar, lo mismo ocurre con los mapaches y las hormigas que devoran las semillas apenas son sembradas en el campo.
También está afectando que las hojas del elote quedan rojizas (“chac lé”), que los campesinos ignoran a qué se debe este cambio de color en las hojas, lo mismo que el polvo del desierto del Sahara, que también afecta a los cultivos ocasionando que éstos se deshidraten y mueran.
La sequía es otro de los fenómenos que ha estado presente en años anteriores, cuando las cosechas están a punto de lograrse las lluvias escasean y, por lo tanto, no logran espigar o granar, el año pasado los constantes fenómenos ocasionaron una pérdida total de las cosechas, pues cada vez que plantaron los fenómenos naturales los azotaron en etapas que apenas están espigando o en crecimiento.
A raíz de esta problemática las semillas se han perdido totalmente, en esta parte de Yucatán, pues al igual ha sucedido con el frijol, los íbes, lentejas, frijolillo, espelón, calabaza, entre otras como la sandía, el melón, el pepino, cuyas semillas han estado desapareciendo.
Los campesinos esperan que las autoridades gubernamentales los apoyen con semillas nativas, que puedan garantizar la producción en las tierras de esta región, pues varios aseguraron que muchas de las semillas que les donaron en años anteriores no desarrollaron.
Así mismo, explican que los campesinos son la parte más olvidada por las autoridades, a pesar de que ellos juegan un papel importante que es producir alimentos no sólo para el sustento de sus familias, sino también de la población.
Por las constantes pérdidas en el campo, los campesinos se ven obligados a abandonar estas actividades y buscar otro sustento familiar, muchos de ellos han estado vendiendo sus tierras al no ser redituable el cultivo de la manera tradicional o temporal, los labriegos pidieron que ojalá las autoridades los puedan apoyar con la mecanización de sus tierras, así como la dotación de un sistema de riego que pueda garantizar la obtención de alimentos por medio del uso de las tecnologías.
Por el momento, se ven en serios aprietos, como mencionó Santos Valentín Güemes, quien explicó que tienen que buscar semillas en otras regiones para poder cultivar este año, pues las semillas nativas o criollas se han pedido totalmente en esta parte del Estado.
Edilberto Jiménez, de la comunidad de Chan San Antonio, al igual reveló que no hay semillas de maíz para cultivar, pues en años anteriores consiguieron un poco en Calotmul, en Cenotillo, pero esta ocasión tendrá que buscar en otros lugares donde los huracanes no dejaron sentir mucho sus estragos.
Don Eladio Uicab mencionó que urgen las semillas, los fertilizantes para poder hacer la milpa este año, señaló que ojalá pueda haber un apoyo de mecanización de tan sólo dos hectáreas de tierras, para poder cultivar otros tipos de granos como el híbrido para asegurar la alimentación.
Entre los campesinos existe una enorme preocupación, pues los fenómenos naturales han estado causando estragos en el sistema temporal del cultivo de maíz y de otros que se alternan en la milpa como la siembra de frijol, íbes, tomate, sandía, pepino, melón, calabazas, entre otras cuyas semillas se ven en peligro de desaparecer cada año por la pérdida constante de las cosechas.
SY